P.J. Abajo
La décima edición de la Feria del Motor, puerta de entrada al fin de semana más señalado de La Bañeza, ha abierto sus puertas este viernes con muchos repuestos de máquinas que en su día fueron nuevas pero aún guardan una nueva vida, camisetas conmemorativas, ropa y cascos, material editorial relacionado con las motos, juguetes para los pequeños moteros y tres exposiciones que dan la bienvenida a los miles de aficionados que durante estos días se dan cita en la ciudad para presenciar el 56º Gran Premio de Velocidad. Un fin de semana “sobre dos ruedas y con olor a gasolina en el ambiente” que cada año crece y sigue generando un mayor interés fuera de España.
Con la apertura oficial de esta muestra que estará abierta hasta el domingo por la tarde en el pabellón del colegio Nuestra Señora del Carmen, la Feria del Motor es una apuesta del Ayuntamiento de La Bañeza capaz de autofinanciarse, incluso de generar beneficios económicos, además de atraer visitantes y de dar a conocer la ciudad fuera de sus fronteras gracias a la presencia de casi una treintena de expositores especializados en productos o servicios relacionados con el mundo del motociclismo o de los automóviles.
En su inauguración, el alcalde, José Miguel Palazuelo, y el concejal de Ferias, Tomás Gallego, –que estuvieron acompañados por José Luis Falagán, presidente del Moto Club Bañezano, además de varios ediles del equipo de Gobierno– coincidieron en señalar «la gran aceptación que tiene esta muestra tanto entre visitantes como entre expositores que siempre marchan contentos y vuelven año tras año, desplazándose desde Cataluña o Andalucía», con empresas que cubren la práctica totalidad de la geografía nacional más el consistorio –con la oficina de Turismo– para poner a disposición del público la edición más animada de cuantas se han realizado.
Exposiciones y minimotos
La Feria del Motor es uno de los eventos más importantes del calendario festivo, junto a la propia carrera, y tiene como principales novedades los cinco expositores (de revistas, outlets o de la Ruta-Vía de la Plata con la ‘Moto Vía Card’, entre otras propuestas) que debutan en la cita, así como una exposición de motocicletas antiguas de la marca Sanglas y otra de BMW actuales, que se suman a las colecciones de motos en desuso pertenecientes a la Asociación de Amigos de las Motos Clásicas de La Bañeza y a distintos particulares.
Además, muy cerca del recinto ferial y organizada por una de las peñas que participan en las fiestas de la Asunción y San Roque, la exhibición de minimotos logró reunir en la calle Juan Carlos I a un importante número de espectadores que confirman que La Bañeza es la capital del motor, convirtiendo sus calles en un circuito donde el trazado urbano rememora las carreras de antaño y consigue cada año atraer la atención de miles de aficionados a la velocidad para gozar de la sensación de rozar a los pilotos que se dan cita en esta prueba con un carácter más social o festivo que competitivo.