Las carreteras LE-125 y la LE-420 dispondrán de señales inteligentes que avisarán en tiempo real del riesgo de que animales invadan la carretera y puedan provocar un accidente. Se trata de un proyecto pionero a nivel mundial que se estrenará en once tramos de las carreteras autonómicas de titularidad de la Junta en León, Burgos, Palencia y Soria con el objetivo de minimizar los siniestros de tráfico con la fauna, cada vez más frecuentes en la Comunidad ante el repunte de animales salvajes ante el abandono de los montes.
Se trata de una nueva generación de señalizaciones verticales que se apoyan en las nuevas tecnologías para hacer buen uso de todo el conocimiento científico generado en esta materia de carreteras y fauna. Una vez superada la fase de pruebas en la que están actualmente, la idea del Gobierno autonómico es extender estas señales inteligentes a puntos negros de la Comunidad. La consejera de Movilidad y Transformación Digital, María González Corral, fue la encargada de presentar en la carretera BU-820, en la localidad burgalesa de Ibeas de Juarros, este nuevo proyecto piloto de señalización inteligente
El objetivo, dijo, es «reducir la accidentalidad con fauna, uno de los grandes caballos de batalla en el ámbito de la seguridad vial de la Comunidad». «Este proyecto viene un poco más a puntualizar y enfatizar la importancia que tiene el uso de las nuevas tecnologías en nuestro día a día», expuso, y precisó que «en concreto, en el acto que hoy aquí nos reúne, en lo que se refiere a carreteras tenemos un objetivo marcado, que es utilizar las nuevas tecnologías para nuestras carreteras para hacerlas más seguras, más cómodas a todos los ciudadanos y este es un ejemplo más».
La titular autonómica señaló que proyecto ha superado ya la fase de diseño experimental y, ahora, treinta unidades de este prototipo de señalización se han instalado en once tramos de especial concentración de accidentes con fauna de la Red Autonómica de Carreteras para evaluar su efectividad. Estos tramos se encuentran en las provincias de Burgos (CL-117, CL-632, BU-542, BU-820, BU-904, BU-925), Palencia (CL-615, CL-619), León (LE-125, LE-420) y Soria (SO-920).
«Las características geográficas y medio ambientales, unidas a la baja densidad de población y su desigual distribución por el territorio, son factores que favorecen la proliferación de fauna silvestre», resumió González, que señaló como «son muchas las carreteras que transitan por parajes naturales, donde es frecuente la invasión de la calzada por parte de los animales, provocando accidentes que, en ocasiones, son muy graves».
Patrones
La nueva señalización inteligente aprovecha la existencia de estos patrones espacio-temporales en los siniestros viales en los que se ven involucrados los animales gracias al acuerdo de colaboración entre la Consejería y la Universidad de Salamanca que se ha venido desarrollando desde 2019. «Se busca informar en tiempo real a los conductores sobre la probabilidad de irrupción de un animal en la calzada y que, solo si supera un cierto umbral de riesgo, se emite una señal de alerta», señaló la titular autonómica de Movilidad. Estas señales, al concentrar el aviso únicamente en momentos específicos, harán más difícil la habituación por parte de los conductores, «algo que sucede con otro tipo de ayudas a la conducción y que, en consecuencia, reducen su efectividad».
El diseño final de la señalización muestra tres posibles niveles de riesgo: Apagado –advertencia de que se está entrando en un tramo de especial concentración de accidentes con fauna–; Amarillo –advertencia de que se está entrando en un tramo de especial concentración de accidentes con fauna en un momento en el que el riesgo de irrupción de un animal en la calzada es mayor de lo habitual–; y Rojo –advertencia de que se está entrando en un tramo de especial concentración de accidentes con fauna en un momento en el que el riesgo es mucho mayor de lo habitual–.
Innovación mundial
La consejera también se congratuló de que se trata de una innovación a nivel mundial, en la que su departamento ha invertido 370.000 euros. «Se apoyan en las nuevas tecnologías para hacer buen uso de todo el conocimiento científico generado en esta materia de carreteras y fauna». Por último,González Corral señaló que «de probarse efectivas, serán, sin duda, una medida prometedora de coste relativamente bajo y cuyo uso podría extenderse a otros lugares».