Hemos asumido que en nuestro país la tele es una mierda. No me baso en ninguna encuesta. Yo simplemente estiro los oídos cuando entro en un bar, espero en la carnicería, me subo al autobús o me acerco hasta correos. Todos pensamos lo mismo.
¿Alguna vez te has masturbado con la fruta que vendía tu padre en su negocio? Este mes se cumplen tres años desde que Telecinco empezó a emitir El juego de tu vida, un programa de la productora BoomerangTv que presenta Enma García. Un participante, 21 preguntas personales y sólo una respuesta posible: la que dé más morbo. A través del sí y del no, el concursante puede ganar hasta 100 mil euros a base de destrozar su dignidad. Arrasa.
El juego de tu vida, basado en el norteamericano The moment of truth es el programa de producción propia más rentable para la cadena en su franja horaria. Decimos que la tele es una mierda, pero en realidad nos encanta. Nos encantan sus contenidos, chuscos y legañosos. Alguno, de vez en cuando, se retuerce y esgrime aquello de «no ponen otra cosa». Pero sí la ponen. Los contenidos de calidad quedan relegados a la marginalidad porque lo cierto es que no funcionan. De vez en cuando triunfa alguna serie de culto, algún programa informativo de investigación, raramente algún documental bien producido. ¿Saben cuanto dinero se va en producir ese tipo de contenidos? Y en su mayoría apenas llegan a ser competitivos frente a Sálvame o a Gran Hermano.
La televisión es un medio de comunicación, pero la gente cuando reprocha, olvida que un medio de comunicación es, ante todo, un negocio como cualquier otro. Podemos perder el tiempo con foros por las universidades hablando de la ética profesional y concienciando a los comunicadores, pero mientras la gente disfrute viendo a 20 guarros encerrados en una casa, la guerra estará perdida.