La LIII campaña contra el hambre de Manos Unidas comenzó esta mañana en los centros educativos bañezanos con la tradicional ‘operación bocata’, una cita de carácter anual que pretende implicar a los más jóvenes en la tarea de ayudar en los proyectos de desarrollo para el tercer mundo que han sido encomendados a la Diócesis de Astorga.
Los más madrugadores fueron los alumnos de los dos institutos de Secundaria, Ornia y Vía de la Plata, y más tarde Manos Unidas repartió los bocadillos en los colegios Teleno, San José de Calasanz y Nuestra Señora del Carmen, donde profesores y chavales se juntaron para comer juntos el bocadillo de tortilla o embutido.
Manos Unidas reparte cada año cerca de 900 bocadillos y botellines de agua gracias a las voluntarias de la organización católica, a quienes ayudaron en los trabajos varias personas de la ciudad, concretamente para la elaboración de las tortillas y de los propios bocatas.
Es una buena campaña de recaudacion para ayudar a los mas necesitados si realmente el dinero llega a su destino.