P.J. Abajo
El pacto de gobierno entre Ciudadanos y el Partido Popular mediante el cual la Alcaldía de La Bañeza quedó en manos de Javier Carrera está más quebrantado que nunca. Y la estabilidad más complicada. El salón de plenos fue testigo este jueves en el transcurso de la sesión ordinaria de noviembre de las diferencias –tal vez ya más personales que políticas– que separan a ambas formaciones, después de que el PP dejara en la estacada a sus socios de gobierno impidiendo que saliera adelante una moción sobre los salarios; pero lo más curioso fue, acto seguido, el anuncio del alcalde de que en el próximo pleno llevará su grupo al debate el contenido de esa propuesta “porque las cosas se tienen que hablar y a nadie le gusta que le impongan”.
La reducción de un 10% en las nóminas del alcalde y los concejales que tienen dedicaciones parciales así como el resto de retribuciones que perciben los miembros de la corporación o el recorte en las asignaciones de los grupos políticos, entre otras cuestiones, han sido durante las últimas semanas el caballo de batalla entre PP y Ciudadanos. Unas exigencias como decorado de una brecha que recientemente el portavoz naranja, Juanjo Blanco, desvelaba ante los medios de comunicación, después registraba en el consistorio y que este jueves llegaba al pleno en forma de moción por la vía de urgencia.
Una urgencia que no logró ‘colarse’ en el orden del día porque sólo Ciudadanos, Vox y Podemos votaron a favor; cinco votos favorables frente a los seis en contra del PSOE y la posterior abstención del PP que justificó el propio Carrera en que “las cosas se dialogan y no se imponen” recordando que las exigencias de Cs para mantener el pacto “no iban en el programa electoral” de los populares pero que, sin embargo y lo tocante a salarios, iban a proponer ellos mismos en la siguiente sesión “para que quede claro que el dinero que cobramos los concejales no es un problema para seguir trabajando por La Bañeza”.
En este sentido se mostró tajante el alcalde de la ciudad, pero su antecesor y portavoz socialista, José Miguel Palazuelo, quiso ir más allá “en favor de la ciudad y de la economía municipal” y anunció que el PSOE registrará por escrito esta misma tarde una propuesta de reducción del 50% de “todas las retribuciones, porque bajar el diez por ciento es demagógico, y si se propone una bajada, que se note”, dijo cuando en los rostros de los miembros de la corporación se palpaba perfectamente la sensación de éxito de unos y de derrota de otros después de haber sido traicionados por sus socios de gobierno, demostrando el haber olvidado quiénes son los que tienen la llave de la alcaldía.
Complemento para un funcionario
El grueso de puntos en el orden del día, en su mayoría asuntos de tramitación ordinaria, fue aprobado por unanimidad y entre ellos destaca la modificación del planeamiento urbanístico para permitir la edificación que albergará un supermercado en la calle General Benavides. Sí hubo más debate en los puntos referentes a la modificación del complemento específico para abonar al subinspector de la Policía Local más de 49.000 euros que el funcionario reclama amparándose en una disposición del convenio colectivo al que, según el PSOE, “no tiene derecho, puesto que en la mesa de negociación se acordó que este complemento era para los agentes y no para el jefe”. El resto de partidos prefirieron dar carpetazo al asunto y aprobar tanto la modificación presupuestaria como el reconocimiento extrajudicial y poner fin a un tema que se encuentra en fase judicial.
Mociones
El apartado de mociones, incluida la de Ciudadanos antes mencionada que avivó el debate y las diferencias entre la formación naranja y el PP, incluyó una propuesta de Podemos para dotar a la Biblioteca Municipal de más medios y de más presupuesto teniendo en cuenta las necesidades de accesibilidad para colectivos sociales de discapacitados, especialmente los visuales.
Los socialistas lograron sacar adelante una moción institucional de rechazo a la violencia de género, a la que Vox se opuso alegando los razonamientos expuestos desde la dirección del partido, y otra para pedir que se retire el plan reestructural de sanidad de la Junta de Castilla y León que también tuvo respaldo de todos los partidos menos de Ciudadanos después de una defensa tenaz del proyecto del ejecutivo autonómico esgrimida por el portavoz naranja, Juanjo Blanco.
