La consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente, y el presidente y consejero delegado de Fertiberia, Francisco de la Riva, han firmado un acuerdo de colaboración para la realización de proyectos en I+D+i en fertilización agraria con el objetivo de que los agricultores de la Comunidad puedan realizar un abonado más racional para reducir costes y avanzar hacia una agricultura sostenible. En una primera fase, los trabajos se centrarán en la mejora de la fertilización del trigo, dada la relevancia de este cultivo en la Comunidad y la demanda del mercado de trigo de calidad.
Las líneas de actuación del Gobierno autonómico en I+D+i se enmarcan dentro de la ‘Estrategia Regional de Investigación e Innovación para una Especialización Inteligente de Castilla y León 2014-2020’, conocida como RIS3.
Esta estrategia apuesta por una serie de áreas temáticas sobre las que prioriza los esfuerzos. La primera de estas áreas es la ‘Agroalimentación y recursos naturales’, por ser, según recoge la estrategia, “la macroactividad económica con mayor peso en el PIB regional contando con un tejido industrial importante”.
La Consejería de Agricultura y Ganadería, de acuerdo a lo establecido en esa estrategia, trabaja en fomentar actuaciones en I+D+i en el sector agrario por dos vías: ayudas a proyectos de I+D+i de empresas agroalimentarias y realización de proyectos de investigación, tanto en solitario como en colaboración con otras instituciones o empresas, en las diferentes áreas agrícola, ganadera, productos y procesos agroindustriales y bioenergía.
El acuerdo suscrito hoy entre la consejera y el presidente de Fertiberia, con una aportación por parte de la empresa de 100.000 euros y un periodo de duración de tres años, contempla las siguientes actuaciones: experimentación con las formulaciones de abonado óptimas para cada cultivo, determinación de las dosis y momentos de aplicación más eficaces, desarrollo de técnicas de abonado más sostenibles y reducción de insumos y difusión conjunta de resultados.
El objetivo de esta colaboración es que los agricultores de la Comunidad, a través de la I+D+i, realicen un abonado más racional de los cultivos, optimizando las cantidades y el momento de aplicación, lo que redunda en una mayor rentabilidad de las explotaciones y en la mejora de la sostenibilidad ambiental de la actividad agraria.
Castilla y León es la primera comunidad en consumo de fertilizantes fosfatados y la segunda en lo referente a fertilizantes nitrogenados y potásicos. De hecho, el coste de los fertilizantes supone hasta el 40 % de los costes variables de los principales cultivos de la Comunidad. Dichas cifras dan idea de la necesidad de seguir avanzando en hacer un uso más racional de los fertilizantes.