Como cada año, la campaña contra el hambre que organiza Manos Unidas y que este año lleva como lema «Plántale cara al hambre: siembra» ha llevado este miércoles, 24 de febrero, hasta los cinco centros educativos bañezanos la tradicional ‘operación bocata’, una cita que pretende implicar a los más jóvenes en la tarea de empezar a ayudar en los proyectos encomendados a la Diócesis de Astorga con el fin de tratar de solucionar importantes deficiencias en países en vías de desarrollo.
En total, Manos Unidas repartió más de 1.200 bocadillos de chorizo, salchichón o tortilla entre los alumnos y profesores de los dos institutos de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato -Ornia y Vía de la Plata- así como para los estudiantes y el personal docente y de administración de los colegios Teleno, San José de Calasanz y Nuestra Señora del Carmen, una participación en línea con las ediciones anteriores.
Manos Unidas reparte cada año más de un millar de bocadillos y botellines de agua gracias a las voluntarias de la organización católica, a quienes ayudaron en los trabajos varias personas de la ciudad y del consistorio, concretamente para la elaboración de las tortillas y reparto de los bocatas entre los centros educativos.
Los proyectos
Tal y como adelantó este periódico, uno de los dos proyectos de la Diócesis de Astorga para este año es un programa sanitario centrado en el sida en el estado de Maharashtra (La India), donde el analfabetismo femenino es del 71%, no hay agua potable ni centros médicos, cuyo coste es de 60.284 euros y al frente está la congregación Sisters of Holy Spirit.
El segundo proyecto se centra en la ayuda para la formación agrícola y ganadera en la República Democrática del Congo, en Kilela Balanda, donde aún disponiendo de tierras y agua en abundancia sólo cultivan un 10% del terrero y ni siquiera lo hacen adecuadamente. El coste de esta intervención es de 73.786 euros y está dirigido por la Association Sans But Lucratif Archidiocese de Lubumbashi.
Daré mi opinión, acerca de esta noticia.
De 1200 serian 100 de tortilla solo, porque es por el que los jóvenes iban a pedir, y pocos fueron los afortunados (unos 10 o así entre ambos centros) porque son muy listos, el profesorado, no digo nombres, pero se sabe quienes fueron los responsables, cometieron un acto antisolidario, el cual constaba en que, antes de que tocarán los timbres para que los alumnos saliera y se dirigieran a por su bocata, esta cuadrilla de profesores se adelantaron, y arrasaron con todos, o gran parte de los bocatas de tortilla, dejando para los alumnos, los de chorizo salchichón y jamón.
Como ven de solidario solo es el “donativo” que das al comprar el ticket. El ansia es un acto que incita a la avaricia, disminuyendo así la solidaridad de las futuras generaciones.
Respeto la acción y la campaña , aunque no la comparto.
Me da mucha tristeza que en el 2016 aún andemos así…