Los sacerdotes de la diócesis de Astorga donan el sueldo de un mes a Cáritas para que lo destine a ayudar a las familias y colectivos vulnerables golpeados por la crisis sanitaria, económica y social. Se trata de una importante colaboración que se suma a la aportación de 100.000 euros realizada por la diócesis para atender las necesidades urgentes detectadas a través de Cáritas.
La donación de los sacerdotes forma parte de la campaña ‘Un mes para los demás’ cuyo fin es crear un fondo solidario en el que también se implican los fieles de la diócesis a través de ‘Parroquias solidarias’. Este plan especial de actuación económica y solidaria se canaliza a través de Cáritas y las parroquias para ayudar a las familias o personas necesitadas de la comunidad.
En la iniciativa, que pueden realizarla con una aportación única o periódica, también participan los miembros de las comunidades religiosas, cofradías, asociaciones eclesiales y laicos “con la aportación que deseen”, explican desde el Obispado.
La recaudación a través de ‘Parroquias solidarias’ sirve, además, para colaborar en los gastos ordinarios de funcionamiento de las parroquias con menos posibilidades económicas que también reciben el apoyo económico de las comunidades de fieles con mayores ingresos.
Colectivos y voluntarios
El Obispado ha activado toda la red de colectivos y voluntariado de la diócesis para atender las numerosas necesidades generadas por la emergencia sanitaria. Es el caso del ‘Proyecto Custos’ de la Delegación de Pastoral Vocacional y el Seminario Menor de Ponferrada, para atender a las personas mayores, impedidas y sin hogar; el mantenimiento y ampliación del servicio del comedor social y hogar del transeúnte de la capital berciana; tampoco se olvidan de las mujeres protituidas a través del programa ‘Amanecer’, ni del acompañamiento del dolor a través de talleres on-line dirigidos por la psicóloga astorgana María José Díez, ni del seguimiento y apoyo escolar en Ponferrada y A Rúa.
Además, varias comunidades de religiosas de clausura confeccionan mascarillas y preparan otros elementos de protección para uso sanitario (batas, gorros, etc.) que después se distribuyen en el Hospital del Bierzo y las residencias de ancianos de la diócesis de la provincia.
Donan las empresas, donan los particulares, donan los curas;donan incluso algunas personas sin demasiados medios económicos, pero no veo por ningún lado que donen parte de sus sueldos los concejales o los miembros liberados de los sindicatos;ni veo a las puertas de estos últimos a gente necesitada recogiendo alimentos. BLA BLA BLA, pero a la hora de la verdad nada de nada.