La Revista de la Sociedad Geológica de España ha publicado un artículo titulado ‘Uso de mercurio para el beneficio de yacimientos secundarios de oro en época romana. ¿Realidad o ficción?’ que recoge los resultados de un trabajo realizado por un grupo de investigadores liderado por Javier Fernández Lozano, profesor del Área de Prospección e Investigación Minera de la Universidad de León (ULE), e integrado por Antonio Nsue Nnandong, Sofía Rivera, José María Esbrí, Rosa Carrasco, Javier Pedraza, Antonio Bernardo-Sánchez y Pablo Higueras, que confirma que la minería romana utilizó mercurio en las explotaciones de Castrocontrigo (León). El equipo se plantea continuar los trabajos y extenderlos a otros valles cercanos, estudios en los que participarán también los investigadores Javier Sánchez-Palencia y Brais Currás Refojos, adscritos al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC-Madrid).
Javier Fernández Lozano explica que han localizado «unas anomalías de mercurio en las explotaciones mineras romanas de Castrocontrigo, que permiten determinar el uso de este metal líquido para la amalgama y beneficio de los placeres auríferos». La importancia de este hallazgo radica en que se trata de «la primera vez que se determina su presencia de forma tan clara en unas explotaciones mineras antiguas, por lo que confirma su uso, algo que hasta ahora no estaba muy claro y sólo se conocía para explotaciones de oro primarias».
El texto explica en su introducción que una de las mayores controversias que suscita el estudio geoarqueológico de la minería aurífera romana se refiere al empleo de la amalgama con mercurio (Hg) para la concentración de oro en yacimientos ‘tipo placer’, donde éste aparece libre, en forma de pequeñas partículas o pepitas que se acumulan en el sedimento aurífero.
A pesar de que el uso y propiedades del mercurio fueron conocidas en época romana, son escasos los trabajos realizados que permiten establecer las condiciones en las que su empleo estaba justificado en la recuperación y beneficio del oro procedente de yacimientos secundarios.
El trabajo cuyos resultados se ofrecen en el artículo realizó un estudio geoquímico de suelos para establecer su empleabilidad en la recuperación de oro en este tipo de explotaciones. Para ello, se analizó la concentración de Hg en los tramos de canal de lavado (agogae), donde se realizaría la extracción de oro. Para realizar la geoquímica de suelos se diseñó una malla de muestreo regular de 42 muestras distribuidas en cuatro perfiles perpendiculares a los canales, de 300 m de longitud y con diez muestras por perfil, así como dos muestras de fondo tomadas en los extremos de la explotación.
La presencia de anomalías de mercurio en las zonas de lavado de las explotaciones auríferas del Vallico La Escoba (Castrocontrigo) indican el uso del mismo para el proceso de recuperación de oro en yacimientos secundarios. Así, la amalgama pudo ser un proceso común tanto en estos como en los yacimientos primarios.
Los resultados indican que las anomalías observadas «están ligadas al acopio y su posterior uso, ya que se concentran en los tramos inferiores de los canales. Esto confirma el empleo de mercurio para el beneficio aurífero en yacimientos de tipo placer, arrojando luz sobre los métodos metalúrgicos empleados en época romana». Todo ello ofrece una valiosa información sobre el método de laboreo y recuperación del oro, y ayuda a comprender mejor el proceso metalúrgico en época romana, hasta ahora controvertido.