La plaza y la iglesia de El Salvador han sido este domingo escenarios para la tradicional misa en honor del protector de los animales –musicalizada por La Charra– y la habitual bendición de mascotas organizada por la cofradía de San Antonio Abad de La Bañeza y la parroquia. Tras la celebración religiosa, el hostelero Jesús Luengo ha hecho las labores de pregonero recordando la historia del santo, algunas anécdotas de su infancia y la importancia gastronómica del cerdo en la cocina de nuestra tierra.
En su discurso, plagado de recuerdos, no faltaron alusiones al refranero popular ni la recomendación “de vivir de vez en cuando como lo hizo San Antón, sin estar constantemente pegados a la tecnología”. Después de la bendición de mascotas y mientras Bañezaina amenizaba la venta de las últimas papeletas en la Plaza Mayor, en el salón de plenos del consistorio se celebró el sorteo de un cerdo de nombre ‘Ceporro’ y 310 kilos de peso con el que la cofradía obsequia a uno de sus favorecedores, siendo las niñas premiadas en el concurso de cuentos quienes se encargaron de extraer las bolas que conformaron el número 14.887, cuya afortunada –otra niña– se encontraba en la misma plaza para recibir la grata noticia.
Como es costumbre, la cofradía entregó los premios a las ganadoras del concurso de cuentos convocado por la hermandad, galardones que consisten en un diploma y un lote de libros donados por Nueva Librería. En esta ocasión, las premiadas fueron Sofía Pastor Cuevas, del colegio Nuestra Señora del Carmen, por su trabajo ‘La biblioteca mágica’, Lucía Fernández García, de San José de Calasanz, por ‘La escapada’ y se concedió un tercer premio a Sara Mª Santos López.