En la última sesión de Estadística de la Junta de Castilla y León los rendimientos de maíz para la provincia se han estimado en 10.100 kg/ha, exactamente igual que la pasada campaña, si bien pueden tener en próximas fechas una corrección a la alza puesto que el cultivo tiene muy buenas expectativas, tal y como constató este miércoles la Lonja Agropecuaria de León en su sesión ordinaria, por lo que nuestra provincia va a ser una excepción frente a lo que ocurre en el resto de Europa, donde se espera una caída media de la EU-28 en el entorno del 25%, pasando de 73,8 millones de toneladas a 55,7 millones de toneladas.
Por países y siguiendo el orden de principales productores de maíz de la EU-28, en Francia se espera una caída del 24%, pasando de 18 millones de toneladas. a 13,7 millones de toneladas la presente campaña, Rumanía un 33%, pasando de 11,3 Mt. a 7,6 Mt., Hungría un 32%, pasando de 8,9 Mt. a 6,0 Mt, Italia un 15% pasando de 8,2 Mt a 7,0 Mt, Alemania un 31%, pasando de 5,1 Mt. a 3,5 Mt y España un 7%, pasando de 4,6 Mt a 4,25 Mt.
España es el primer país de la UE importador de maíz con casi un 40% del volumen total, que la pasada campaña fue de 3,6 Mt principalmente del mercado ucraniano, y que año tras año ha ido aumentando pasando la pasada campaña a ser el 60% de todo el maíz que entra en la UE. Y relegando a países como Argentina o EEUU a un plano prácticamente testimonial.
Dada la importancia, por tanto, que tiene el maíz ucraniano en nuestras importaciones destacar que tampoco va a ser un buen año de rendimientos y si bien el informe USDA de agosto había retocado la producción de 28,5 Mt a 27 Mt los analistas piensan que ahora puede estar más cerca de los 23 MT lo que supondría un descenso del 20%. Aún es pronto para concretar estos datos pero con el 18% de la cosecha ya realizada, los rendimientos por hectárea que se esperaban en 6,5 toneladas están dando unos resultados que no llegan a 4,5 t.
Otra cosa será lo que a precios se refiere, puesto que Europa no es una potencia en la producción de maíz; y otros factores como el temor a una crisis en China, la revalorización del dólar, la caída del petróleo y la devaluación de las divisas de los países emergentes, están contrarrestando en este momento la posible recuperación de todos los mercados cerealistas.