Las últimas restricciones de la Junta de Castilla y León en la normativa de la pandemia hacen casi imposible que las casas rurales puedan aprovechar la Semana Santa. ”Los alojamientos pequeños no estamos sufriendo tanto, porque el límite de cuatro nos afecta, pero no mucho. Pero los alojamientos de 16 plazas… es imposible alquilarlos”, denuncian desde el sector.
En los gimnasios y hoteles, el aforo máximo es del 33%. En las terrazas, seis personas por mesa, con aforo del 75%. Y en las casas rurales, solo convivientes. “Llevamos desde septiembre con aforos mínimos, pero hasta Semana Santa, las cuatro personas podían ser de distintos núcleos de convivencia. Y ahora en Semana Santa, solo convivientes. No nos tratan como un negocio, si no como si fuéramos casas particulares”, protesta Julio Sánchez, de la plataforma SOS Turismo Rural de Castilla y León.
La Semana Santa sería cualquier otro año el pistoletazo de salida para la temporada alta del turismo rural, la primavera. El año pasado, España estaba confinada en sus domicilios y este año, las restricciones vuelven a cerrar el turismo rural, limitado a convivientes. Las asociaciones y plataformas del sector aseguran que están funcionando “un poco mejor” las casas pequeñas, porque son las que las familias –padres y niños– pueden reservar.
Muchos empresarios de turismo rural reclaman que se “adapten” los aforos y que no se aplique el mismo criterio para viviendas de cuatro personas que de veinte, que se tengan en cuenta los metros cuadrados o las características de los establecimientos. Piden un marco normativo que les permita trabajar cumpliendo unas normas, como se hace en otros sectores, sin que vaya en detrimento la Salud Pública.
El cierre perimetral impide cubrir la demanda
A estas peticiones se une el factor ‘cierre perimetral’ de Castilla y León. Están permitidos los viajes entre las nueve provincias, pero no pueden venir turistas de Galicia, Asturias, Madrid y demás autonomías. “Castilla y León no puede cubrir ni de lejos la oferta que hay. No hay demanda suficiente”, lamenta el presidente de la Asociación de Turismo Rural y Activo de Segovia, Gerardo Otero.
“La semana Santa está siendo un desastre pues el confinamiento perimetral y los aforos reducidos han puesto al sector del turismo rural con un nivel de ocupación en torno al 5% sobre el 95 que estamos acostumbrados a tener por estas fechas”, calcula el presidente de la asociación Valladolid Rural, Luis Chico.
La plataforma SOS Turismo Rural propone que, cuando haya un crecimiento de la incidencia, se aísle solo a esa zona básica de salud para contenerlo, pero permitir el movimiento entre espacios con menor impacto del coronavirus.