Cuando se cumplen 12 días desde que la fábrica azucarera de La Bañeza comenzara a recibir remolacha para la campaña 2012/2013, una recepción que comenzó el pasado 17 de octubre, todavía no se ha podido poner la factoría en régimen normal de molienda debido a las importantes lluvias caídas en la provincia que se iniciaron justo el día de comienzo de la campaña.
El temporal no está dejando en León volúmenes de lluvia elevados, pero está imposibilitando una labor continuada de arranque de remolacha, lo que impide la plena molturación de la fábrica como sería deseable, aunque en una situación meteorológica de este tipo el objetivo de Azucarera es evitar la parada de la fábrica y la correspondiente interrupción de la campaña, que supondría un retraso y el consiguiente perjuicio para muchos remolacheros.
La marcha reducida
Según ha podido saber Ibañeza.es, desde Azucarera se está siguiendo muy de cerca la previsión del tiempo, y ante la evidencia de que no se estabilizará por el momento, se mantiene la molienda de La Bañeza a marcha reducida (entre 4.000 y 5.000 toneladas por día, cuando su nivel óptimo es de 7.000), gestionando las entregas con cupo, en función de la remolacha arrancada, para evitar colas y demoras innecesarias a los agricultores.
Las mismas fuentes indicaron que oara este volumen de molienda, el ritmo de la cosecha y de las entregas está permitiendo que no haya más de cinco días de estancia de la remolacha en el campo, que es un tiempo de espera muy razonable, como así lo están manifestando la mayoría de los agricultores.
Respuesta positiva de los agricultores
Este esfuerzo de Azucarera por adaptarse a las dificultades del campo, está siendo correspondido con una respuesta positiva por parte de los remolacheros, entrando en sus fincas en cuanto el tiempo y el suelo lo permiten para abastecer la fábrica y para que la campaña transcurra con normalidad.
Azucarera confirma una vez más su interés en el desarrollo y expansión del cultivo de la remolacha en León, pieza clave para el éxito presente y futuro del negocio azucarero, y para la estabilidad y rentabilidad de las explotaciones de regadío en la provincia, según fuentes de la compañía de capital británico.