P.J. Abajo
Las féminas de la Cofradía de Santa Águeda han celebrado este domingo a su patrona plantando cara a una jornada de lluvia con música festiva y luciendo manteos, todo ello para que la doctora bañezana Julia María Cabo del Riego recibiera con toda la solemnidad los atributos de Águeda de Honor y el alcalde les entregara el bastón de mando. Un reconocimiento público que está sobradamente justificado en su trayectoria profesional y por ser una gran defensora de las tradiciones y de la gastronomía de La Bañeza y que llega en una jornada “en la que mandan las mujeres… como todos los días”.
Esa expresión, tan espontánea y precisa, con la que la homenajeada quiso cerrar su intervención en el consistorio después de reconocer su orgullo por haber alcanzado este nombramiento y de destacar el papel femenino en la sociedad y en la familia, es de Nino Cabo. La licenciada en Medicina y Cirugía, especialista en Bioquímica clínica y Biología molecular además de experta en Dietética y nutrición humana, quiso ilustrar con una máxima de su padre la importancia que las féminas tienen dentro y fuera de casa y recordar que a él le debe “la alegría, el trabajo constante y el nunca pensar mal de nadie”.
Durante el homenaje, en el que recibió la medalla de Santa Águeda, la banda y el cetro de la cofradía penitencial perteneciente a la Parroquia de Santa María, la doctora también tuvo palabras de afecto para su madre, Mari Juli del Riego, “a la que cada día me dicen que me parezco más” y para el resto de mujeres “que cada día son las que han de tirar del carro, como se dice en Galicia”. Y es que Galicia es la tierra de adopción de esta bañezana “que siempre presume de serlo allá donde va”, llevando yemas, Imperiales y embutidos de su pueblo para demostrar “todo lo bueno que tenemos”.
“Salud, ante todo”
Julia Cabo, que es miembro de la Sociedad Española de Biopatología Médica y de la Sociedad Española de Bioquímica Clínica y actualmente trabaja como facultativa especialista de área en el Hospital Universitario Lucus Augusti de Lugo en el laboratorio de bioquímica especial (sección de alergia y autoinmunidad), también dejó ver en su discurso su preocupación por la salud de las personas, especialmente las féminas por celebrar su día. Así, a Santa Águeda pidió “mucha fuerza para quienes padecen o han padecido cáncer”, invocando la intercesión de la mártir “para que nunca falten ayudas para la investigación y gente dispuesta a estudiar fórmulas y procedimientos que nos lleven a erradicar esta enfermedad”.
En el transcurso del acto de homenaje propiamente dicho, y después de haber asistido a una celebración religiosa en la capilla del colegio Nuestra Señora del Carmen, las féminas volvieron a reclamar el bastón de mando al regidor al son de las castañuelas y entonando las típicas coplillas con las que las mujeres de Santa Águeda piden el poder por un día. Regina Alonso, Águeda Mayor, animó a todas sus compañeras a disfrutar de un día de fiesta y pidió salud “para que el año que viene volvamos a reunirnos en torno a nuestra Santa”.
El bastón por un día
El alcalde, José Miguel Palazuelo, por su parte, destacó su satisfacción por haber elegido para homenajear “a una mujer que es y presume de ser bañezana por los cuatro costados, que siempre ejerce como tal allá donde vaya”, y no dudó en entregar a las féminas de Santa Águeda el bastón de mandar. Una vez más, Palazuelo les recordó antes de soltar la vara que es “un bastón de mando que a mí el pueblo confió, mas no seré yo quien quite, esta antigua tradición”.