El peluquero Antonio Miguélez Linacero, propietario de la Gran Peluquería, lleva toda una vida dedicada al servicio de los cuidados capilares de los caballeros de La Bañeza y comarca, casi seis décadas, y su intención es seguir haciéndolo «muchos años más» en el local que tiene abierto en la calle Escultor Ribera donde conserva la esencia con la que abrió al público. Por ese motivo, Los Otrora han querido dedicar el Vencejo de Oro 2014 al comercio tradicional a este barbero que lleva 56 años entre tijeras, en un lugar donde también cultiva sus aficiones como son la pesca o el cuidado de pájaros.
La Gran Peluquería y su propietario, Antonio, siguen atendiendo a sus clientes como lo han hecho desde mediados de los años 50 en un escenario «que parece estar sacado de una película rodada en La Habana a mediados del siglo pasado, bajo la atenta mirada de un Hemingway un tanto ‘mareado’ y con unos sillones que esconden muchas historias», en palabras de ‘Los Otrora’, un grupo de bañezanos que cada año desempolva los atuendos y aperos de antaño para homenajear a algún comercio que ha sabido «conservar la esencia de lo que fuimos» coincidiendo con la llegada del vencejo a las tierras leonesas.
El Homenaje y Festividad del Vencejo es un acto anual, abierto y de carácter popular que permite retrotraerse a otras épocas gracias a un grupo de jóvenes que han rescatado del baúl de los recuerdos las ropas, frases y actitudes que antaño eran el día protagonizado por sus abuelas, homenajeando a un comercio con solera como es la peluquería que en esta ocasión ha sido acreedora del galardón de Los Otrora, un Vencejo de Oro «para un digno merecedor de nuestro humilde reconocimiento por llevar casi sesenta años cortando el pelo a todos los que se han acercado a esta ciudad-mercado».
Lectura de ‘Vendimiario’
Además del homenaje a Antonio el peluquero ‘de siempre’, la festividad del vencejo de este año ha contado con un curioso ‘mercado de la Peseta’ con el que una serie de bares y comercios permitieron utilizar la vieja moneda española a la hora de pagar. Pero Los Otrora, que tuvieron su pequeña ceremonia de ‘bautizo’ para los nuevos miembros, no faltaron a su ronda por los bares ni a la comida al aire libre en la ‘Plaza de los Cacharros’, el café en el Hogar, la siesta en el Jardinillo, el atado de caballerías en las argollas ni la foto en el punto kilométrico 303 de la Plaza Mayor. Juegos tradicionales en la misma plaza, con cucaña incluida, y la lectura pública de un fragmento de la novela costumbrista ‘Vendimiario’ pusieron punto final a una jornada «para no olvidar de dónde venimos».
Los Otrora han querido homenajear a Antonio Miguélez, peluquero tradicional de La Bañeza.
