La decisión de bajar a 26 euros el precio de la tonelada de remolacha por parte de Azucarera pone en riesgo el cultivo de remolacha del sur de la provincia leonesa, a la par que incumple el acuerdo firmado con los agricultores. Una decisión que pone en peligro la continuidad del 25% de los agricultores dedicados a este cultuvo y la permanencia de la fábrica de La Bañeza.
Este ajuste que pretende «salvar la situación» de la empresa supondrá la bajada de una media de 7 euros por tonelada a los agricultores leoneses, lo que se verá reflejado como un 20% menos de ingresos en factura, que traerá consigo consecuencias mucho peores. José Antonio Turrado, secretario general de Asaja León ha explicado que «este acuerdo va a reducir el número de cultivadores en un 25%» lo que supondrá que se vea afectada «la viabilidad de la fábrica de La Bañeza».
Azucarera dispone de tres fábricas en Castilla y León, con la reducción de cultivo por la bajada de los precios Asaja calcula que la factoría de La Bañeza estará infrautilizada en un 50%. Este no será el único problema para los agricultores bañezanos, ya que tan sólo una de las tres fábricas podría sostener toda la producción de la comunidad autónoma, lo que aumentará las consecuencias negativas de esta decisión.
«La fábrica más eficiente es la de Toro», asegura Turrado, además «es la mejor situada» según el responsable de Asaja, que ironiza con que «igual traen la remolacha a La Bañeza aunque esté a un extremo de la provincia».
Una decisión contra la remolacha
Asaja critica en León que la decisión de Azucarera no sólo influye en los productores de remolacha, sino indirectamente en todas aquellas empresas de la zona cercana a La Bañeza que han creado productos de especialización y mejora del cultivo de la remolacha que ya no tendrán cabida. «Hay muchas empresas que trabajan de esto en el medio rural», recuerda Turrado, quien insiste en que se está abocando al «empobrecimiento del sector primario».
Asaja asegura que seguirá trabajando por el mundo rural, pero alerta de que aquellos agricultores que dejen de cultivar remolacha nunca volverán a ello y critica que la decisión de Azucarera perjudica en mayor medida a los agricultores que más producían y mejor trabajaban.
Lo peor que le puede pasar a una empresa no es perder dinero sino perder credibilidad, lo primero es recuperable…
ya se veía venir, que esperábamos
lo siguiente hacerse la victima la empresa e intentar otra nueva subvención.
Ya vale hombre, ni un duro más, que siempre están igual.