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Huesos al borde del camino (II)

● Ibañeza.es ►Lunes, 10 de septiembre de 2018 a las 7:30 Comentarios desactivados


En San Marcos, ya en la madrugada del día 10 de octubre de 1936, sobre las tres de la mañana, sacan a las víctimas para Izagre; 11 personas, de las cuales se encontraban ya allí desde el 16 de agosto Abraham Becares y José Simón Alejo; desde el 5 al 9 de octubre Norberto Ángel Martínez, y desde el mismo día 9 Juan María Begué. En la mañana del 10 de octubre son hallados sus cadáveres en el campo, en la cuneta a un lado de la carretera León-Valladolid, a la derecha, por los primeros campesinos que se dirigen a las labores de la sementera. Conocido el hecho en el pueblo, acuden al lugar el cura, el maestro, y otros vecinos de Izagre. Entre las víctimas hay una mujer, una bañezana, María Alonso Ruiz; lleva aún el pelo corto por el rapado que los falangistas le han aplicado en la Prisión del Partido y se cubre la cabeza con una gorra. Begué Arjona, Registrador de la Propiedad, es el único que porta Cédula de identificación, y una estilográfica marca Schiffer y un anillo de boda que uno de los lugareños que ayudan a enterrarlos, en el lado opuesto de la carretera a aquel donde los hallan, se apropia. Algunas mujeres, familiares de algunas de las víctimas, solo pasados tres días de su traslado consiguen viajar hasta León y desde allí a Izagre. Llegan, pero nada pueden ya hacer sino tomar nota y memoria del lugar de la fosa en la que han terminado sus seres queridos, señalada con piedras, con forma semicircular, y cuya zona no fue labrada en muchos años, pagando para que así se hiciera a los dueños de las fincas. Las familias de algunos asesinados inscribieron la defunción de los suyos en el Registro Civil de La Bañeza en los años siguientes, fuera de plazo, y por lo que respecta a la de Begué Arjona, desde su inscripción intentó su esposa, Olimpia Cantón Blanco, la exhumación de los restos de su marido, lo que consiguió en el año 1959, con la aquiescencia de las autoridades del momento. Los restos de Begué Arjona fueron depositados en una sepultura del cementerio de Izagre hasta 1971, en que los trasladan al panteón familiar en Madrid. También recuperó su familia la estilográfica y el anillo que aquél llevaba cuando fue asesinado.

Archivo de José Cabañas.

No resultó fácil conocer las identidades de los “paseados” en la fosa de Izagre. Partíamos de saber que allí se encontraban María Alonso e Isaac Nistal, con otros más, y de hecho no conseguimos avanzar en la asignación de filiaciones a los demás asesinados hasta pocos días antes de iniciar la exhumación (de Norberto solo la conocimos cuando, ya iniciada, se presentó allí su sobrino Fernando Calzado), después de entrevistarnos a lo largo del verano con personas de Izagre que habían vivido la aparición en el pueblo de los cadáveres (Ángel Garrido y su esposa, y Claudio Puertas, cuya ayuda resultó tan valiosa tanto en la exhumación de esta fosa como en “la fosa de los estudiantes”, en el cercano pueblo de Albires), y con familiares de algunas de las víctimas bañezanas, como Vicente Nistal, hijo de Isaac, Josefina Alonso, hermana de María, Pilar Fernández, sobrina de Julio, y María Bécares, hija de Abraham. También nos supuso considerable ayuda disponer de los datos obtenidos de las Actas Municipales del Ayuntamiento de La Bañeza, que consultamos previamente, y de los del Registro Civil, que habían puesto a nuestra disposición los compañeros y amigos de AERLE. Nada útil para nuestro objetivo obtuvimos de los documentos de la Prisión de San Marcos y de la Prisión del Partido de La Bañeza, que también amablemente nos facilitaron desde aquella Asociación y que igualmente consultamos. Señalamos que no aparecen en el Registro Civil de Izagre anotaciones de ninguno de los asesinados en el lugar en esta fecha.

Archivo de José Cabañas.

Hasta el momento (febrero de 2009) no hemos conseguido conocer más que las filiaciones de diez de los once integrantes de la Fosa de Izagre, de los cuales fueron exhumados los restos de diez, después de haber sido retirados en 1959 los de Begué Arjona. De los varones identificados de la fosa, solamente de uno de ellos, Patricio Martínez, hemos obtenido datos de su expediente militar en el Archivo General Militar de Guadalajara; de los restantes, de Julio, Isaac, Eugenio, y Abraham, nos han aportado algunas informaciones de los expedientes de Quintas y otros del Archivo Municipal de La Bañeza. De los asesinados, cinco estaban procesados en el Sumario que se instruía por “los hechos de julio” en La Bañeza (por la mera contestación al golpe militar con el mantenimiento del orden público, por la escasa organización de una resistencia que ni siquiera llegó aquí a materializarse), María, Isaac, José Simón, Juan María, y Abraham, y el  “paseo” de algunos de ellos pudo obedecer a que los represores consideraran que no iban a poder achacarles en el proceso cargos suficientes como para “justificar” su asesinato “legal”, como asesinarían fusilándolos el 18 de febrero de 1937 en León a 17 de los con ellos encausados. Sus últimas declaraciones en el Sumario llevan fecha del 3 de agosto las de José Simón, del 6 las de María, del 7 las de Isaac, y del 28 de julio las de Abraham; el 3 de septiembre declaraba Begué Arjona ante el Juez Instructor, y en dicho Sumario, del que sustraen y desaparecen a varios procesados, no hay después de la fecha de sus asesinatos ni el más mínimo rastro de pesquisa o interés del Juez militar que lo instruía por saber lo que ocurrió con aquellos justiciables a su cargo.

Juan María Begué Arjona. Tenía 38 años y era natural de Bujalance (Córdoba); casado con una bañezana, Olimpia Cantón, tenía tres hijas, Olimpia, María Luisa, y Gloria, y un hijo, Juan María; había estudiado en los Agustinos de El Escorial, era Registrador de la Propiedad desde los 23 años, y había ocupado esta plaza en La Bañeza (aquí ejercía a la altura de 1927), además de en Pola de Laviana (Asturias) y en Guía de Gran Canaria, su último destino. Se encontraba en La Bañeza con baja por enfermedad cuando se produjo el golpe de estado. Detenido el 23 de agosto hasta el 29 en la Prisión del Partido; en esta fecha es puesto en libertad, después de haber enfermado gravemente, y permanece en su domicilio hasta el 1 de octubre, fecha en que de nuevo es detenido por la Guardia Civil y conducido en un coche a León, al colegio de los Agustinos, donde queda internado y le toman declaración los días 4 y 5 de dicho mes. El día 9 lo trasladan a San Marcos, de donde lo sacan a las tres de la mañana, con los demás, para con ellos ser asesinado en Izagre. Había sido avalista años antes para la construcción de la Casa del Pueblo bañezana, y para la adquisición de un proyector de cine en la misma. Del Sumario cabría deducir que no se le perdonó en La Bañeza que siendo de clase acomodada se hubiera acercado al socialismo y hubiera tomado partido por los humildes.

María Alonso Ruiz. Presidenta del partido Unión Republicana, tenía 32 años, estaba soltera y era hija de Lucas y de María. Fue encarcelada en los primeros días de agosto. Tenía cinco hermanas, Josefina, Nela, Eloísa, Victoria, Eudosia (esposa de uno de los fusilados de La Bañeza, Joaquín Perandones Franco), y un hermano, Ignacio, que pasó cinco años escondido, como “topo”, en la casa familiar de la calle Astorga. La familia tenía un negocio de guarnicionería. Sus hermanas y su madre fueron encarceladas varias veces, en el verano-otoño de 1936, y de nuevo en el invierno de 1939, como represalia por la “huida” de Ignacio, que había sido de las Juventudes Socialistas.

Isaac Nistal Blanco. Hijo de Cecilio y de Águeda, nacido el 03-07-1882, en Villamañan. Reemplazo de 1902. De 54 años, estaba casado con Baldomera González Castro y tenían 8 hijos, seis varones y dos mujeres. Había sido emigrante en Nueva York y en Cuba. Albañil, contratista de obras, y socialista. Fue Concejal en el Ayuntamiento de La Bañeza, por la minoría socialista, en todas las Corporaciones desde 1931. Ejerció de alcalde en el Pleno del 8 de julio de 1936 por ausencia por enfermedad del titular Ángel González González, (quien lo era por la dimisión de Joaquín Lombó Pollán el 20 de mayo de 1936, a quien sustituyó, como Teniente de Alcalde Primero que era, en funciones de alcalde) y por ser el concejal de mayor edad. Entre los días 18 y 21 de julio de 1936 ejerció ocasionalmente como alcalde, sustituyendo de nuevo las ausencias por enfermedad de Ángel González González. El 28 de julio estaba ya encarcelado en la Prisión de La Bañeza.

Abraham Bécares Rodríguez. De 29 años, del Reemplazo de 1928 y adscrito al Regimiento de Infantería nº 77. Vivía en la calle del Teatro. Tipógrafo en la imprenta de Doña Julita, y había accedido, por oposición, a una de las tres plazas de subalterno del Ayuntamiento convocadas en el verano de 1936, iniciando su desempeño a primeros del mes de julio. Natural de Canales-Coomonte (Zamora), hijo de Jerónimo y Adelaida. Casado con María Cubero Rubio, con quien tenía 2 hijos, María Luisa y Juan Manuel. Fue quien parlamentó, por orden del Ayuntamiento, ante el Jefe de las tropas rebeldes que tomaron La Bañeza. El 28 de julio estaba ya encarcelado. Su esposa acompañó a la de Begué Arjona varias veces en sus viajes a Izagre, algunas también acompañadas por la mujer de Ángel González Nadal, y otras por familiares de aquélla.

Ángel González Nadal. Estaba casado y tenía un hijo (al menos); era trabajador de La Azucarera. Natural de Astorga, donde tenía una hermana. Fue encarcelado el 18 de agosto, dos días después del asesinato en Astorga de su Alcalde, Miguel Carro Verdejo, en cuya fecha él regresó de allí a La Bañeza.

Julio Fernández Martínez. Nacido el 11-03-1903. Del Reemplazo de 1924 y alistado en la caja de Recluta nº 56. Tenía 33 años, y era albañil. Hijo de Manuel Fernández Monroy y de Elvira Martínez Castro. Trabajaba en La Azucarera bañezana. Vivía en el barrio de El Polvorín, en la Cuesta de Santa Marina. Estaba casado con Francisca Nadal García (un hermano de ella, Felicísimo, fue también “paseado” en otra fecha y lugar que aún desconocemos), y habían tenido un hijo que les murió al poco de nacer. Su hermano Andrés y su esposa Agustina Ramos Rebollo fueron los padres de Pilar. Lo nombraban Julio “el de los alambres”, por su padre, que había trabajado en el tendido del telégrafo.

Se cumplen ahora diez años desde que la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), a petición de algunos de sus familiares, exhumó al inicio de septiembre de 2008 los restos de quienes, asesinados en el otoño de 1936, terminaron arrojados en el pueblo de Izagre a la que desde entonces se conoció allí como la fosa de los bañezanos. En memoria de las víctimas traemos hoy aquí lo que con ocasión de aquel acontecimiento publicábamos unos meses más tarde en la jiminiega Revista Cultural JAMUZ. Más información en www.jiminiegos36.com

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