P.J. Abajo
Cuando a Eugenio Santos Isla le propusieron ser pregonero de la Semana Santa se marcó como objetivo transmitir sentimientos y emocionar a los asistentes y no sólo consiguió marcar un antes y un después en cuanto a los pregones de Pasión que se han ofrecido en La Bañeza se refiere, sino que consiguió dejar en los asistentes un agradable recuerdo con sabor a nostalgia y un compromiso de futuro para mantener «por los siglos de los siglos ese milagro que es la Semana Santa», sin olvidar la importancia de la fe.
En la iglesia parroquial de El Salvador, el mismo lugar en el que su padre, el magistrado Luis Santos de Mata, ofreció el pregón de Pasión hace nueve años, el procurador de los Tribunales Eugenio Santos reivindicó este sábado la figura de la mujer y de la madre terrenal como transmisoras de la fe y de la tradición católica, un horizonte que no se puede perder de vista, «teniendo siempre como referente a la Virgen María», con un recuerdo emocionado para quien le precedió en el cargo y le inculcó desde niño tanto el amor a su ciudad como la defensa apasionada de los valores cristianos.
Juez de la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno en el año 2001 y vinculado durante casi seis décadas a la hermandad, Santos ofreció el pregón revestido con la túnica negra con la que procesionan los hermanos, pero ajustada a la cintura con los tres cordones de las tres cofradías bañezanas, colocados por los respectivos jueces y como símbolo de fraternidad entre ellas; un gesto que no pasó desapercibido entre los asistentes, como tampoco pasó por alto la proyección de un pequeño audiovisual con fotografías de gran valor documental para la Historia de La Bañeza y un intenso mensaje para el alma.
El valor de rezar
El valor del rezo del Calvario, una de las singularidades centenarias de la cofradía del Nazareno, que el Viernes Santo pide «por una buena muerte», es para Santos la mejor muestra «y con plena actualidad de la promesa de la resurrección», siempre para entender «la inmortalidad del mensaje de Jesús que nos legaron nuestros antepasados y que hoy en día tiene plena vigencia». No obstante, el procurador y patrono de la Fundación Conrado Blanco incidió en «la deriva que puede tomar la Semana Santa» si las cofradías y los cofrades no se toman en serio «el ejercicio de mantener vivos a nuestros padres y abuelos, amparados bajo el anonimato del capuchón» con el que los hermanos se cubren el rostro para salir en procesión.
Hacer memoria
La actuación musical a cargo de la Coral del Milenario –uno de los momentos clásicos dentro del pregón de la Semana Santa bañezana– completó la intervención de Eugenio Santos, quien tuvo palabras de elogio para las cofradías por su elección a la hora de desgranar en un discurso unas cuantas anécdotas y recuerdos sobre su relación con la cofradía del Nazareno pero también para animar a los devotos bañezanos a ver los días de Pasión como «una buena oportunidad para prepararnos, haciendo memoria de lo que fueron nuestros antepasados, para un viaje al que vamos sin maleta», pero conscientes de la que la Iglesia «siempre es una madre» y que «lo espiritual está por encima de lo superficial».
¿No van a publicar el texto ? Podríamos leerlo quienes no pudimos escucharlo.