Un momento de la celebración religiosa.
La cofradía de San Antón volvió este domingo a renovar su compromiso anual de celebrar la fiesta ‘de verano’ en honor al santo en la finca Monte Iglesias, una tradición que se remonta a los años cincuenta del siglo pasado, pero que en los últimos tiempos ha dejado en misa, aperitivo, baile y comida lo que antaño era una romería que llevaba a centenares de bañezanos hasta ese lugar.
Como manda la tradición, después de San Antonio de Padua (el 13 de junio), los hermanos debían ir desde La Bañeza todos juntos hasta la finca Monte Iglesias. Una vez allí, tras la celebración religiosa, una comida campestre y los bailes regionales esperaban a la llegada de la tarde para volver de regreso.
Por ese motivo, hermanos e invitados a la fiesta participaron en una misa en la que se recordó a los cofrades fallecidos para dar paso a un vino español servido en la propia finca y amenizado por el grupo musical Bañezaina. Una comida de hermandad puso fin a la fiesta
Estos hombres no paran. Me gusta todo lo que hacen, sobre todo la fiesta del cerdo en enero. Enhorabuena por recoger estas actividades y darlas a conocer. Saludos.
Qué bien que se sigan manteniendo las tradiciones bañezanas como Dios manda y la devoción a San Antonio.