La Corporación Municipal de La Bañeza celebró este jueves la sesión ordinaria correspondiente al mes de noviembre y con un orden del día sin debate alguno y escasa relevancia, mas que meros asuntos de trámite, pero donde las mociones ocuparon la mayor parte del tiempo. Mociones que, salvo un caso, fueron sobre temas de política nacional y que los partidos envían a sus representantes para ser presentadas en los ayuntamientos, «que nada importan al bañezano y que nos están haciendo perder un tiempo necesario para hablar de temas que interesan y preocupan al ciudadano», tal y como remarcó el portavoz socialista, José Miguel Palazuelo, durante su intervención en el turno de ruegos y preguntas.
El turno de ruegos y preguntas, el que permite a los grupos fiscalizar la labor del equipo de gobierno, exponer quejas y proponer medidas, llegó precisamente cuando se habían consumido dos horas de las cuales una y media fue para debatir sobre la ‘ley Celaá’, los contenidos de la Agenda 2030 o la gratuidad y el IVA aplicable en las mascarillas higiénicas. Temas todos ellos que se escapan de la política local y que obligan a los grupos y al equipo de Gobierno a «pasar por alto» las preguntas «porque es la hora de irse para casa».
Antes de que los grupos pasaran al apartado de mociones, los dos nuevos concejales de Ciudadanos, Patricia González y Ángel Fernández, tomaron posesión del cargo y se dio cuenta de las comisiones de las que formarán parte. También se dio cuenta del periodo medio de pago a proveedores y se aprobó el plan normativo para 2021 donde se contempla la modificación de una serie de ordenanzas, entre ellas algunas de carácter fiscal que para el PSOE son «subidas de tasas e impuestos» mientras que el PP defiende como «actualización o redondeo» de las cifras. El pleno comenzó con un minuto de silencio por la víctimas de la violencia de género.