La gran fiesta de los libros cerró anoche las puertas de su última edición con un nuevo balance de éxito tanto de público como de ventas y el hecho de retrasarla desde abril hasta julio es, en principio y según algunos expositores, un ‘acierto’ que podría sentar las bases para establecer la cita en el futuro en la época estival y que esta atraiga a miles de visitantes como este fin de semana en el que el buen tiempo -salvo la lluvia del domingo por la tarde que, inevitablemente y como manda la tradición tenía que aparecer- ha sido constante.
Entre las compras de libros para el verano no faltaron multitud de temas leoneses, muchos de ellos presentados en la propia feria, publicaciones infantiles, las propuestas de varias editoriales leonesas y los best-seller que dominan semana tras semana en el panorama cultural español, dando como resultado un balance que muchos de los expositores consideraron ‘positivo’ a pesar de la situación económica.
Además, junto a los expositores comerciales propiamente dichos, los stands de la oficina de turismo, de la Biblioteca Municipal y del Archivo Histórico también estuvieron presentes para acercar a los visitantes información sobre la ciudad y sobre los servicios que se ofrecen desde los respectivos centros, además de mostrar distintos libros y materiales antiguos que han sido recopilados y clasificados para su exhibición y consulta en el mismo archivo.
El concejal de Ferias, Tomás Gallego, ironizaba durante los tres días con el tema de la lluvia con algún expositor mientras que también hacía un balance positivo del encuentro, una cita que año tras año ha logrado consolidarse y convertir la cita de La Bañeza en una de las imprescindibles donde la literatura ‘bañezana’ cobra una gran importancia. De hecho, el propio Gallego mostró durante la presentación de la novela del autor local Rubén Linares, ‘El aire dulce’ su satisfacción por poder traer a un joven autor de la ciudad al cartel de actividades literarias de la feria.
Apoyo de los libreros leoneses
Por otra parte, entre la veintena de expositores se encontraba el presidente de los libreros leoneses, José Antonio Sánchez, que ha apoyado la Feria del Libro bañezana desde que comenzó con el formato actual y reconoció el esfuerzo de la organización para sacar adelante el programa de actividades. Al mismo tiempo, Sánchez recordó que durante todo este tiempo han sido numerosos los libreros de la capital que han participado en la feria bañezana con el único deseo “de construir lectores”, como señala el propio lema de la última campaña realizada por la asociación en León.
No soy ni quien , ni prohibiría jamás a nadie que se exprese ni en estos comentarios ni en la calle como le venga en gana. Lo que tengo claro es lo que me agrada o no leer y lo suyo no me gusta. Y ni sonetos, ni alejandrinos y si son para mi, ni siquiera entremeses cervantinos.
¡Con Dios y que se los escriba Vd. bien!
Va a ser que no, Vallezano. Y si te pones muy pelma, a lo mejor me animo y te dedico un soneto. O unos alejandrinos. Tú verás. Este grillo no va a dejar de aparecer por aquí.
Ya era hora de leer algo agradable en estos últimos tiempos. Gracias Oriundo y dejese leer más por aquí. Nos evitaremos grilladas del tal pepito. Gracias anticipadas.
Esta Feria, ha tenido un gran nivel de calidad y además la plaza estaba preciosa, muy bien ambientada con esos paneles de colores, donde se entretenía uno, conociendo a fondo las biografias de los Grandes Galardonados del mundo de las Letras. Daba le impresión, viendo la ambientación y la excelente instalación de las casetas, que estábamos en una gran Ciudad, y ciertamente LA BAÑEZA, con este evento, ha demostrado que es ya una importante Ciudad de la Cultura.
Yo confío, que el próximo premio Cervantes de las Letras Españolas, sea nuestro más internacional Poeta, ANTONIO COLINAS LOBATO. Gracias.
No hay nada como un libro para despertar a la musa dormida. Un buen atracón de letras y a escribir estas cosas. Oriundo, me ha dejado usted sin palabras.
Otro romancillo irónico del bachiller Corrusco.
Por mandado del archipreste Cortezas,
leedor impenitente de hojarasca fumable.
Murmuró el lindo Fulano
mientras cruzaba los dedos:
“-Huertos los menos, hermano,
y echad ese libro al fuego”.
Salvó aquel día chaveta,
flequillo, piños y manos,
de quedar como croqueta
se lució terne y lozano.
Si quieres guardar el seso
en su punto, claro y vivo,
que no te la den con queso:
esquiva el libro cativo.
Quijote se vio en visiones
domador de gigantazos,
y en jaula para leones
terminó de pies y brazos;
y el viejo Martín Fernán
dio en sentenciarle un día:
“-No por mucho trashojar
se le quitó la manía”.
Quédese el hombre en la cueva
sin meterse en letra impresa,
ladrando a la luna nueva,
y un rebuzno por empresa.