No es la primera vez que tengo que acudir a consultar y de paso a escuchar de nuevo, el disco “El Puente del Amor” que grabamos TST en 1996. Inevitablemente, lo vuelvo a escuchar entero. Escuchando cada canción y comprobando que, cada vez que lo abro, es un soplo de aire fresco. Un trabajo no sujeto a modas que resiste perfectamente el paso del tiempo. Viene a cuento este preámbulo porque terminé hace un momento el cartel de la concentración de pendones que acompaña este artículo, para el que usé fotos de Rubén Prieto.
Acudí al disco a escuchar el corte 8, “con las varas al cielo”, la canción que compuse a los Pendones de León. Canción que tanto cantamos en muchos de nuestros conciertos, algunos de ellos en romerías leonesas, canción que cuenta y describe la historia de los pendones.
Ahora La Bañeza ya tiene pendón y una asociación que lo mueve y lo hace participar en muchos eventos y el domingo 31 de julio tenemos en La Bañeza “El día de las Comarcas”, donde los pendones acuden a la Plaza Mayor de La Bañeza a competir con sus torres y regalarnos su belleza. El año pasado comprobé la belleza de ese momento e, inevitablemente, me acordé de mi canción y la oí sonar en mi mente mientras admiraba los pendones:
Muy lejos queda su origen medieval
seña de identidad en mil batallas,
en su presencia coronaron reyes
y no había romería ni procesión sin el pendón.
PENDONES DE LEON
CON LAS VARAS AL CIELO,
VAN LOS REMOS TIRANTES
Y LOS PAÑOS AL VIENTO.
PENDONES DE LEÓN,
PENDONES DE LEÓN.
El rojo carmesí abunda en sus paños,
vivo color que complementa el verde,
el blanco de sus telas no está ausente
y junto al amarillo y el azul, llenos de luz.
(estribillo)
Ya los alzan los mozos en la plaza,
fuerza, destreza, maña, poderío.
Un joven valiente trepa por el mástil
mientras las torres centenarias están celosas.
(estribillo)
Ya se ven a lo lejos recortarse
como lanzas sobre el horizonte,
al lado de la Virgen vigilantes,
apuntando hacia el cielo con sus cruces,
pidiendo la lluvia.
(estribillo)
Son muchas las canciones de este disco que están envueltas en un halo de magia y esta es una de ellas. De este disco maravilloso se lanzaron 5000 ejemplares que están distribuidos por muchos hogares y casas de La Bañeza y comarca y otros muchos lugares. Os animo a que antes de acudir el domingo a la Plaza Mayor, buscad en vuestra discoteca y si tenéis el disco escuchad la canción para comprobar que es un buen complemento para esas imágenes impresionantes de pendones y mozos luchando contra el paso del tiempo, sujetando sobre sus cintos el peso de la tradición.
Me quedo escuchando otra vez el disco en un ejercicio de recuerdos de todo lo que rodeó a aquellas canciones que es lo que queda, en definitiva, de un buen momento de creatividad en nuestras vidas. Un disco que marcó el arranque de todo esto que estamos viviendo ahora.