Christian Villazala, en Sudáfrica.
En la ciudad de Porth Elizabeth, Sudáfrica, el pasado domingo 2 de septiembre se disputaba el campeonato del Mundo 2018 de Ironman 70.3 donde el triatleta bañezano Christian Villazala tomó la salida y logró terminar con éxito el que para él fue como un reto a superar.
Desde muy temprano comenzaba la competición en la playa de King’s Beach con un sector de natación de 1900 m. En primer lugar partían los Triatletas profesionales a las 7:30. Allí estaba Javier Gómez Noya (3) junto con otros grandes del Triatlón, como el inglés Alistear Brownlee (2) o el que a la postre se haría con el entorchado mundial, el alemán Jan Frodeno. Se hacían salidas sucesivamente en intervalos de tiempo para los grupos de edad. A las 9:10 era el turno de la batería correspondiente al grupo de edad 25-29 años, donde competía el bañezano Christian Villazala, componente del equipo local Trican Bañeza.
Se daba la salida a la competición, con una natación sin muchos golpes ni aglomeraciones debido a las salidas en baterias por intervalos de tiempo. Un recorrido idóneo para una buena natación pero que el triatleta bañezano se vio un poco penalizado por la falta de un buen calentamiento en agua debido al cierre de la natación libre en la playa desde la salida de los profesionales y de esta manera no interferir con la competición. Terminaba este sector en 30 minutos, explica David Rodríguez Aparicio, de Trican Bañeza.
A continuación, turno para el sector de bici, donde los 90 kilómetros vendrían condicionados por la incesante lluvia y viento, lo que hizo que este sector fuese más duro de lo esperado. Completaba este segundo tramo en un tiempo de 2 horas y 42 minutos.
Para finalizar la prueba debía completar un recorrido de 21 km de carrera a pie, en un escenario idílico a lo largo de la costa con un público entregado a la marea de atletas que disputaban esta gran prueba. Finalizaba la media maratón en 1 hora y 18 minutos, (a una media de 3’:43” km/h) para cerrar el crono total en 4 h 39’ 16” teniendo en cuenta los tiempos de transición entre los diferentes sectores.
El triatleta bañezano declara que se siente orgulloso y muy feliz de la oportunidad que entre todos le han brindado, y que a pesar de no haber podido obtener el resultado y sensaciones soñadas el día de la prueba, vuelve a casa con mucha ilusión y ganas de seguir creciendo como deportista y persona. Para él ha sido una experiencia única en la que ha podido aprender y ver cosas que seguro le servirán en un futuro, recuerda Rodríguez.
