‘Personas que atienden a personas’ es el lema del Grupo Funerario del Órbigo, con sede central en Veguellina pero con una proyección provincial que le ha llevado a asociarse con otras empresas del sector. Una de ellas es Funeraria San Pedro, con una larga trayectoria en La Bañeza, que este jueves reabrió su tanatorio en la avenida de Portugal tras las obras de remodelación llevadas a cabo durante los últimos meses para ofrecer un servicio «de calidad y de cercanía» a toda la comarca.
«Confianza, cercanía y sensibilidad en los momentos más difíciles» es uno de los ejes sobre los que trabaja Grupo Funerario del Órbigo, con varias unidades de negocio entre las que se encuentra Funeraria-Tanatorio San Pedro, empresa de larga trayectoria en la comarca de La Bañeza en el sector de las pompas fúnebres pero que cuenta también con una dilatada experiencia en el mundo de la marmolería.
Las instalaciones de Tanatorio San Pedro, cuyos orígenes se remontan a los años noventa para dar cobertura a la población de La Bañeza y su zona de influencia que entonces empezaba a demandar un lugar donde velar los difuntos fuera de los domicilios particulares, han sido remodeladas por completo. Desde las oficinas hasta las zonas de acondicionamiento de cadáveres, exposición de arcas, salas velatorio y espacios comunes para las familias.
El objetivo de la empresa dirigida por Grupo Funerario del Órbigo en coordinación con María del Carmen Castaño es dar cobertura a todas las compañías aseguradoras y atender también a particulares abarcando todo el proceso desde que se produce el fallecimiento de una persona hasta la tramitación de documentación y asesoría legal, traslados, preparación del difunto, velatorio, floristería y esquelas, ceremonia y posterior inhumación o cremación.
Pero los objetivos del grupo y su apuesta por la comarca de La Bañeza, según los responsables, van más allá y tras el acuerdo con San Pedro la intención de la empresa es construir un nuevo tanatorio-crematorio en el polígono industrial. Además, Grupo Funerario del Órbigo está trabajando en el proyecto de crear un centro de formación de personal funerario con la intención de fijar población en la comarca y «ofrecer una profesión con mucho futuro» a los jóvenes que deseen quedarse en la zona.