La Fundación Conrado Blanco ha donado a Cáritas Interparroquial de La Bañeza una furgoneta para poder llevar a cabo su actividad en favor de los más necesitados de la comarca, un vehículo que tendrá en propiedad y que «viene a solucionar una gran carencia que teníamos y que hasta ahora era cubierta con empresarios que nos prestaban sus medios de transporte, en una situación en la que el número familias atendidas ha ido en aumento», en palabras de Jesús J. García Mielgo, director local de la organización socio-religiosa.
El vehículo que a partir de ahora permitirá a Cáritas viajar a León y a otros puntos de la provincia para recoger alimentos, ropa o enseres que después son distribuidos entre las 144 familias que en la actualidad dependen de la organización, abarcando todo el Arciprestazgo, desde Riego de la Vega a Alija del Infantado y de Valdefuentes del Páramo hasta La Baña, es una Iveco blanca «de cuatro años pero en perfectas condiciones, conseguida a buen precio» y posteriormente rotulada con los logotipos tanto de Cáritas como de la Fundación Conrado Blanco.
”Le hubiera gustado estar aquí”
El sacerdote y párroco de El Salvador, Arturo Cabo, ha sido el encargado de bendecir la nueva furgoneta cuyas llaves entregó a Cáritas la secretaria de la fundación, Luisa Arias, expresando el deseo del patronato de la entidad de que «ojalá se le hagan muchos kilómetros para ayudar a los necesitados», al tiempo que manifestó que «a Conrado y a Charo les hubiera gustado mucho estar hoy aquí para materializar esta donación».
Agradecimientos de Cáritas
García Mielgo, por su parte, tuvo numerosas palabras de agradecimiento para la Fundación Conrado Blanco «por este acto de generosidad del que se van a beneficiar numerosas familias de nuestro entorno», al tiempo que quiso dar las gracias al empresario José Castaño «por ser quien habitualmente nos prestaba de forma desinteresada su furgoneta cada vez que teníamos que hacer un transporte», sin olvidar a la familia Rafael Calvo, quien proporcionará sin coste para Cáritas una cochera con el fin de tener donde estacionar y recoger el vehículo cuando no se utilice.
Miembros de Cáritas, sacerdotes y las dos representantes de la Fundación Conrado Blanco posan delante de la furgoneta.
