Azucarera prevé que sus remolacheros alcancen las 130 toneladas por hectárea de producción en la Zona Norte en el Plan 2020 y las 110 en la Sur (en la mitad de las explotaciones). Así se lo expuso ayer en Valladolid a las organizaciones profesionales agrarias, a las que presentó este documento para los próximos seis años, con el que pretende “la sostenibilidad del cultivo de remolacha”. A la reunión también asistieron los integrantes del Comité Técnico de Seguimiento del Plan 2014, según informó en un comunicado.
La campaña 2014-2015 inaugura este Plan 2020 con el objetivo de mejorar rendimientos, ampliar las superficies de cultivo y facilitar la labor de los agricultores, además de fomentar prácticas medioambientales y generar un entorno laboral más profesionalizado. Aimcra se encargará de la dirección técnica del proyecto.
El director agrícola de Azucarera, Pablo Domínguez, declaró que “tras la culminación del recientemente concluido Plan 2014, el Plan 2020 pone de manifiesto la apuesta de la empresa por el sector remolachero español a medio y largo plazo”. “Somos conscientes de que perseguimos rendimientos ambiciosos, lo que demuestra la determinación de Azucarera para, en colaboración con los agricultores, construir un sector remolachero más rentable y sostenible y garantizar el futuro de todos”, sentenció.
Plan 2020
El Plan 2020 se estructura en cuatro líneas de acción: incremento de los rendimientos, la renovación de la producción, el ahorro de costes y una mayor facilidad de manejo del cultivo para los agricultores y el apoyo económico a las inversiones en el campo.
Así, las medidas relacionadas con el incremento de la producción contemplan actuaciones como el asesoramiento técnico personalizado; la formación en nuevas técnicas de cultivo; el alargamiento del ciclo de cultivo mediante la siembra temprana; la recepción de remolachas enteras sin descoronar; las mejoras del drenaje en las parcelas y la revisión tanto de equipos (abonadoras y sembradoras) como de instalaciones de riego.
Expansión y costes
Por su parte, las acciones destinadas a la renovación de la producción de remolacha se concentran en el incremento de superficie en zonas tradicionales; la expansión en zonas nuevas, como los nuevos regadíos con concentración parcelaria; el desarrollo de campos demostrativos y el fomento de empresas de servicios locales.
En cuanto al ahorro de costes y el fomento de un entorno laboral más cómodo para los agricultores, Azucarera anuncia que se perseguirá mediante el desarrollo de proyectos de riego solar; la automatización y monitorización de riegos; el asesoramiento en gestión integral de plagas y la expansión y mejora de módulos de arranque, carga y transporte.
Por último, las medidas de apoyo económico podrán solicitarse para la renovación de equipos de recolección y adaptación para el no descoronado; el fomento de drenajes artificiales o la automatización de riegos.