La Virgen de las Angustias, una de las imágenes que más devoción tiene entre los bañezanos, regresó a su capilla este Viernes de Dolores en el inicio de la Semana Santa. Y lo hizo sobre los hombros de sus hijos cofrades, tras haber modificado la cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad parte de la estructura del trono para permitir que sea llevado por braceros, recuperando de este modo una tradición de la hermandad y cumpliendo los deseos de un importante grupo de hermanos.
La semana de Pasión que se estrena como fiesta de Interés Turístico de Castilla y León arrancó la última jornada de la novena dedicada a su imagen titular en la iglesia de El Salvador, musicalizada por la Coral del Milenario, y poco después de las 9 de la noche la talla conocida como ‘Virgen de los siete cuchillos’ por los elementos que atraviesan su corazón de plata y muestran el dolor de la Madre con Cristo yacente en sus brazos salió en procesión.
Antes de que la talla del año 1600 saliera a la calle acompañada por cientos de fieles y por las marchas interpretadas por la agrupación musical de la hermandad, se celebró una eucaristía solemne. A su llegada a la capilla, como es tradición, el canto de la Salve puso el punto final a la procesión.