Con un viaje largo, pero madrugador, medio centenar de senderistas del Club Deportivo Atlético Bañezano se montó en el autobús el domingo para ir camino de San Esteban de Pravia (Asturias) para iniciar desde la Ermita del Espíritu Santo una ruta a pie de apenas 5 kilómetros, pero cinco kilómetros preciosos de acantilados, la playa, el mar Cantábrico…
Era la última excursión de la tercera temporada –antes del descanso estival– y el tiempo quiso acompañar a los bañezanos en un lugar que además de unas vistas maravillosas se completaba con todo tipo de vegetación y de algún “animalito” que otro, desde gaviotas a culebras.
Tras la ruta y la comida, a la playa de Aguilar, un lugar limpio, y muy curioso para disfrutar de un buen baño que los senderistas aprovecharon hasta el último segundo, sabiendo que pronto tenían que coger el autobús para iniciar el regreso a La Bañeza y dar por concluida una temporada. En septiembre continuarán las aventuras de los senderistas por nuevos lugares, siempre en buen ambiente y en buena compañía.