P.J. Abajo
El carnaval genuino, el de la diversión y el de la imaginación, el que hacen los de aquí y el que no permite que vengan de fuera a deslucir con alcohol y juergas sin control una fiesta que lleva con orgullo la declaración de Interés Turístico Nacional; el auténtico Carnaval de La Bañeza ha sido el protagonista este sábado en una ciudad tomada desde el mediodía por cientos de carnavaleros que han interpretado su papel para hacer disfrutar a miles de espectadores.
Por primera vez la animación callejera del sábado por la mañana entra en el programa oficial de la mascarada y un año más la imaginación, los disfraces, las parodias y los montajes casi teatrales han vuelto a sorprender a los bañezanos, a la gente de la comarca y a cuantos se acercan de fuera a conocer de primera mano eso que tiene La Bañeza y que no tienen otros lugares. La ‘chispa’, le llaman algunos.
Y es que este año, entre otras muchas cosas imposibles de recoger en estas líneas, simulando la capitalidad leonesa, ha sido posible ver una escena de La Bañeza capital gastronómica y otra de La Bañeza ‘capital cleptómana’ con algunos recortes de prensa donde los medios hemos contado las frecuentes visitas de los amigos de lo ajeno. Un poco más allá, un improvisado ArtAeroCarnaRap dedicado a ‘Los Toños’, una frutería “con los melones más grandes de La Bañeza”, un parchís humano, una ‘Biblioteta’, Camela en concierto o a las chicas de ‘La Nevera Roja’.
Tan roja como el extravagante, sonado, fotografiado y comentado ‘Barrio Encarnao’ que dos jóvenes bañezanos –de los que nunca defraudan– compusieron en el escaparate de una tienda de moda para conseguir que cientos de miradas y de móviles se parasen a contemplar una copia del popular barrio de Ámsterdam con sus luces y sus ‘mujeres’ enseñando sus encantos. Otros grupos que también consiguieron captar muy bien la atención por originalidad fueron los guardias de Gales con un par de ‘Beefeater’ acompañando a Su Graciosa Majestad, la Reina Isabel II, en un trono con el boato propio que los británicos guardan para las grandes ocasiones. Incluso Astérix, Obélix y el druida preparando una ‘Bañezix pócima’ sin productos con la marca del ‘Imperium Castellanus’.
El recordado ‘Un, dos, tres…’, una caja de Ken con Barbie, una caja de palomitas Popitas, muchos ‘Leprechaun’ celebrando San Patricio, ‘El Hombre Martini’ con una barra de ‘azafatas’ de la popular marca de vermú, una granja con gallinas auténticas reivindicando el mundo rural, una espectacular y multitudinaria representación de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, un taller de sastres y modistas de los de antes, una representación de la serie televisiva ‘Tiempos de guerra’ o un ‘Travelo Club para gozar y disfrutar’.
Antes y ahora
Recordar tiempos pasados de la ciudad es otro tema de los frecuentes en el carnaval bañezano y así se ha podido ver la Banda Municipal de los tiempos de don Joaquín, los heladeros de antaño, ‘El Jardín de las siete viudas’ –con sus ‘mujeres’ de negro, evidentemente– o los ‘Soldados Imperiales’ uniendo el dulce típico de la ciudad con ‘La Guerra de las Galaxias’. Y junto a Blancanieves y sus siete enanitas, también la actualidad del momento estuvo presente, con un par de grupos de ‘Mossos d’Esquadra y cartabón’ con urnas para votar y un Puigdemont bañezano, independentistas con banderas estrelladas, Rajoy vestido de militar o una portada de la revista ‘Vogue’ muy humana. Todo para rendir a Don Carnal el tributo que se merece.