José Dionisio Colinas Lobato
Ante mi nombramiento como Cronista Oficial de la Ciudad de La Bañeza quisiera hacer llegar a los bañezanos estas palabras que deben ser, en primer lugar, de agradecimiento. Agradecimiento al Sr. Alcalde de la Ciudad por su propuesta y a los tres grupos políticos municipales que generosamente han confirmado dicho nombramiento. Por ello agradezco de corazón esta unidad en la decisión que yo recibo como una decisión unitaria de nuestra querida ciudad y de los bañezanos todos.
Desde mi cargo y con la independencia, espero estar al servicio de todos ellos en esa misión tan especial que se me ha encomendado y que espero ejercer –como siempre he ejercido mi amor a la Historia, a nuestras costumbres y a nuestro patrimonio artístico– desde la discreción, el trabajo constante y el amor. Sé bien que otras personas podrían haber sido merecedoras de este honor que se me concede, pero yo espero en estos momentos de mi vida, libre de otros compromisos profesionales obligados, ejercer este cargo disponiendo de más tiempo, y siendo fiel a los fines del mismo, que son, por encima de cualquier vanidad o protagonismo, atender a los hechos pasados y presentes de La Bañeza y de sus comarcas.
Son precisamente las comarcas las que me llevan a reparar en los intensos años en que ejercí como Maestro de Enseñanza Primaria. Algunos fueron para mí inolvidables, haciendo cultura desde la base, es decir, silenciosamente y en soledad. En este sentido recuerdo especialmente las etapas que viví en La Cabrera, La Valduerna y El Bierzo, donde pude vivir entrar en comunicación con la arqueología y la historia en general, con los hechos del pasado, en contacto con las gentes humildes del pueblo y con la población infantil, en donde creo que está la base de cualquier educación y amor al pasado.
Deseo también recordar de manera muy especial la labor de base que hicimos, con otro grupo de compañeros, durante la fundación del Instituto de Estudios Bañezanos, durante la creación del Museo (ahora renacido en el de las Tierras Bañezanas) y la publicación de la revista LIRBA, para la que deseamos una segunda fase en la que, sin protagonismo de nadie, sean muchos los colaboradores que muestren en sus textos el amor a nuestro pasado y a nuestro presente. Especialmente significativo es que integremos a los jóvenes y a nuestros centros de enseñanza en estas tareas de amor a la tierra.
Nada diré de mis escritos, muchos de ellas pendientes de publicación, no sólo en el campo de los estudios históricos sino también en los de la novela y el cuento históricos, que espero ir acompasando con mi misión de Cronista.
Agradezco también el apoyo que me ha hecho llegar personalmente Don Antonio Luis Galiano Pérez, Presidente de la Asociación de Cronistas de España y, en este sentido, espero contar también con la comprensión y apoyo de todos los bañezanos. No quiero terminar sin tener un recuerdo muy especial para las personas que me precedieron en el cargo, como Don José Marcos de Segovia y Don Conrado Blanco, los cuales, cada uno a su manera, como uno de ellos dijo, “amaron a La Bañeza por encima de todas las cosas”. También por cercanía y amistad deseo tener hoy un recuerdo para Don Martín Martínez, Cronista de Astorga recientemente fallecido, buen amigo de nuestra ciudad y partidario de ese diálogo pacífico y positivo que todos deseamos en bien de la cultura de La Bañeza y de sus Comarcas.
