Sergio González y Dionisio Méndez posan con tres roscones y el apreciado vale de 6.000 euros que se esconderá en uno de ellos.
P.J. Abajo
Como dos reyes, con sus coronas puestas y sin ocultar el apreciado vale por un millón de pesetas que se esconderá en el interior de un roscón, se presentan estos días ante las cámaras que pasan por La Bañeza y a los clientes que hacen cola en Confitería Conrado Sergio y Dionisio, los dos pasteleros encargados de dirigir la elaboración de una infinidad de bollos entre los cuales habrá uno con la gran sorpresa de 6.000 euros, la mayor recompensa desde hace cinco años cuando a Manuel González se le ocurrió cambiar la clásica figurita de cerámica por un atractivo vale por 500 euros en metálico.
Desde aquellos 500 euros del 2009, pasando por los 1.000 del año siguiente, los 2.000 euros en 2011, para seguir creciendo a los 3.000 euros del 2012, 4.000 en el 2013 y los 5.000 del año pasado hasta los 6.000 que se ofrecen en estas fiestas, «un millón de las antiguas pesetas que, si quieres, te trae cierta nostalgia», explica Sergio González, la sorpresa del roscón de Reyes de Conrado es desde hace tiempo una de las más codiciadas del mundo y esa ilusión por encontrar entre la masa o el relleno el ansiado papel ha motivado el pedido de decenas de roscones desde numerosos puntos de España.
Quizás porque el que ya es conocido por todo el mundo como roscón de Reyes ‘millonario’ en 2015 «es más millonario que nunca» o por «el mimo con el que se tratan las materias primas en nuestro obrador», la cuestión es que en Confitería Conrado se trabaja estos días contra reloj para atender la demanda en la tienda y a través de la tienda virtual, desde la que ya se han empezado a servir roscones por todo el territorio nacional «manteniendo intactas las propiedades y la calidad del producto» gracias «al servicio de mensajería que hemos contratado y que entrega los pedidos en tiempo y forma en cualquier parte que nos lo pidan», recuerda González.
Aunque «hay clientes de todo tipo», el roscón «mediano o familiar, pero siempre relleno, es el que triunfa entre los consumidores» y se hace a medida del cliente. De hecho, desde el año pasado se ofrecen atractivos rellenos como el de cabello de ángel, coulis de frambuesa de Tabuyo o manzana reineta de la comarca de Valduerna, «una apuesta por la innovación y por nuestra tierra», reconoce el joven confitero que durante estos días está al frente de un equipo de veinte personas entre pasteleros, ayudantes y dependientes.
Como manda la tradición, el encargado en el obrador de introducir en uno de los roscones la sorpresa es Sergio González, el único que conoce el secreto mejor guardado de esta casa que espera recibir a clientes de toda España que intentan que la suerte les sonría en la fiesta de los Reyes Magos, una celebración que este año tiene cierta dosis de nostalgia –‘otrora’ dice el confitero– al recordar aquellas pesetas que desaparecieron de los bolsillos de los españoles hace algo más de una década y que Conrado ha rescatado en forma de millón.
