Mucho público interesado en adquirir cerámica y buenas ventas es el balance que deja la 28ª edición de la Feria de Alfarería de La Bañeza, una muestra que a última hora de este domingo ha cerrado sus puertas después de cuatro días asentada en la Plaza Mayor de la ciudad en una cita que es tradicional del mes de agosto aunque esta vez se estrenaba fuera de la programación de las fiestas patronales, un cambio de fechas que, a pesar de las reticencias iniciales por parte de algunos alfareros, el resultado fue «realmente satisfactorio».
El concejal de Ferias, Tomás Gallego, acompañado por el secretario de Finral (Federación Interregional Alfareros de España), y presidente de la Asociación de Alfareros de Castilla y León, Miguel Ángel González, clausuraron la muestra con la presentación del jarrón gigante que ha sido modelado durante estos días por el leonés Santiago Gallego, alfarero de Carbajal de la Legua que dio forma al torno a una pieza de barro que ronda el metro de altura y que lleva grabada una inscripción conmemorativa de esta feria.
Hasta 22 alfareros procedentes de siete Comunidades Autónomas han compartido espacio estos días en el centro de La Bañeza ofreciendo a los visitantes miles de artículos de cerámica decorativa de diferentes estilos, las típicas cazuelas de Pereruela de Sayago o piezas originales realizadas por los mismos artesanos que participan en la Feria de Alfarería de La Bañeza, una cita que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento y que el próximo año volverá a celebrarse con la mirada puesta en el fin de semana siguiente a La Asunción.