La superficie de siembras de remolacha que los cultivadores de la zona norte han contratado con Azucarera alcanzó las 19.700 hectáreas para la campaña 2014-2015, una cifra que supone un incremento del 8,5 por ciento en relación al año pasado, por lo que la expectativa inicial es positiva y se estiman medias de recolección de 100 toneladas por hectárea de media, lo que permitiría cubrir cuota con facilidad, según informó en un comunicado la empresa la compañía.
El director agrícola de Azucarera, Pablo Domínguez, aseguró que la evolución de las producciones en las últimas campañas ha servido “para confirmar la seguridad y rentabilidad del cultivo”. Unido a una climatología adecuada durante el periodo de siembras, se ha incrementar la superficie e incorporado nuevos cultivadores. “El aumento de la superficie podría haber sido incluso mayor si en algunas provincias la recogida del maíz no hubiera retrasado en exceso las labores de preparación del suelo para la remolacha”, argumentó.
La climatología durante la primavera permitió una buena preparación de los suelos y la mayoría de las siembras se realizaron en una fecha óptima, en muchos casos más de 30 días antes que en la campaña anterior. La implantación del cultivo no tuvo contratiempos y durante el verano la remolacha se está desarrollando con normalidad.
La primera parte del periodo estival transcurrió con temperaturas suaves que resultan idóneas para el desarrollo de la raíz, según recordó Azucarera. Por fortuna, las tormentas de la última semana de junio no causaron ningún impacto negativo en la remolacha, que “presenta un estado óptimo de sanidad y desarrollo vegetativo”.
Respecto a la campaña de riegos, hasta el momento transcurre con normalidad, sin restricciones de ningún tipo. Como es habitual en las últimas campañas y con el impulso en este ámbito que supone el recientemente activado Plan 2020, las recomendaciones de riego se difunden semanalmente por mensajes SMS a los teléfonos de los agricultores. Asimismo, los cultivadores reciben avisos de tratamientos en las diferentes comarcas remolacheras, con lo que se consigue un mantenimiento adecuado.