El censo de agricultores de la provincia de León continúa en descenso pero lo hace en menor medida que en años anteriores, cuando eran habituales cifras superiores al cinco por ciento, siguiendo una tendencia iniciada con la crisis económica. Los datos manejados por Asaja, que corresponden a los afiliados a la Seguridad Social, reflejan que desde diciembre de 2012 a noviembre de 2013 el número de autónomos de la agricultura y la ganadería cayó de los 7.763 a 7.586, lo que representa un 2,28 por ciento. La incorporación de jóvenes, y de mujeres como co-titulares de explotaciones, señala la organización agraria, atenúa las bajas por jubilación, que son muchas por lo envejecida que está la población activa agraria.
Para el mismo periodo, el número de autónomo de todos los sectores de actividad de la provincia de León se redujo de 38.950 a 38.810, lo que representa el 0,29 por ciento, lejos del 1,63 por ciento del año anterior, lo que en opinión de Asaja es un factor positivo que hace pensar en la recuperación económica. “Si excluimos a los autónomos agrarios, el censo lejos de disminuir se incrementa el 0,19 por ciento al pasar de los 31.162 de diciembre de 2012 a los 31.224 de noviembre de 2013”, destaca el sindicato.
Además, los asalariados o empleados del campo han experimentado un importante crecimiento en el periodo estudiado. En la actividad agrícola, ganadera y forestal figuraban dados de alta con el régimen general y en el sistema especial agrario, en diciembre de 2012, un total de 1.407 trabajadores, cifra que se incrementó hasta los 1.639 a finales de noviembre de 2013, experimentando por tanto un crecimiento del 16,48 por ciento. Ese incremento en el número de asalariados se debe, a juicio de Asaja, a una mayor actividad en el sector forestal, a una situación más favorable del sector ganadero y a la mayor contratación de trabajadores para labores de campaña en viñedos, frutales, recogida de patatas, recolección del lúpulo o campaña de riego.