El portavoz de UPL en el Ayuntamiento de La Bañeza, Bladimiro Mendo, registró este miércoles, 18 de julio, una moción por la que solicita al Pleno adopte un acuerdo consistente en exigir al Gobierno de España “que retire inmediatamente de su paquete de medidas la supresión de las Entidades Locales Menores por tratarse de una medida injusta, innecesaria y por no suponer ningún ahorro para las arcas públicas del país”.
La moción presentada por UPL, que se debatirá en la próxima sesión plenaria y de la que se dará traslado al presidente del Ejecutivo, al de la Junta de Castilla y León y al Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, asegura que “las Juntas Vecinales son parte esencial de nuestra historia, necesarias para el funcionamiento de nuestros pueblos, ejemplo de democracia directa a través de los Concejos”.
Fundamentos recogidos en la moción
I.- El pasado viernes el Gobierno de España anunció una serie de medidas supuestamente encaminadas a la reducción de déficit público y a garantizar una mayor eficiencia en la administración pública española, entre las que se encuentra la supresión de las entidades locales menores, nuestras Juntas Vecinales.
Desde la Unión del Pueblo Leonés queremos denunciar que este anuncio, junto con el de la reducción del número de Concejales, no es más que una cortina de humo que pretende engañar nuevamente a la opinión pública para que ésta aparte la vista de la subida del tipo impositivo del IVA o la supresión de la paga extra de los empleados públicos.
Todo ello aparte de demostrar que el actual Gobierno de España no sólo tiene problemas en cuanto a sus previsiones macroeconómicas mostrando una trayectoria zigzagueante como la del anterior gobierno socialista, además demuestra que no tiene ni idea de lo que son las Juntas Vecinales, de su funcionamiento y lo que es peor, no tienen ningún compañero en el Partido Popular de León que se lo pueda explicar.
II.- Calificamos este anuncio como cortina de humo porque, como muy bien sabemos en esta tierra, con la supresión de las Juntas Vecinales el estado español y por tanto el conjunto de las administraciones públicas vamos a ahorrar cero euros, ya que, los miembros de las Juntas Vecinales no cobran dinero por trabajar para su pueblo. Todo lo contrario empeñan parte de su patrimonio y de su tiempo en atender a las demandas de sus vecinos y en gestionar unos recursos que son de los vecinos de cada pueblo desde tiempos inmemoriales, recursos que fueron adquiridos por nuestros antepasados con mucho esfuerzo y que forman parte de la identidad de cada pueblo.
III.- En efecto, las Juntas Vecinales son parte esencial de nuestra historia, necesarias para el funcionamiento de nuestros pueblos, ejemplo de democracia directa a través de los Concejos.
La supresión de las Juntas Vecinales, por tanto, no va a suponer ningún beneficio para el conjunto del país y, sin embargo, va a suponer una pérdida irreparable para la identidad de nuestros pueblos, la administración de sus propios bienes que ahora pasarán a manos de los Ayuntamientos, y una pérdida de democracia de la que siempre hemos hecho gala los leoneses sin que, por el contrario, se produzca ni un solo beneficio para los ciudadanos de los pueblos afectados.
Como alternativa, invitamos al Gobierno a que de una vez por todas escuche lo que es un clamor en la opinión pública: inicie los trámites para la desaparición del Senado, y de los defensores del pueblo, consejos consultivos y de cuentas autonómicos, delegaciones en el extranjero de las Comunidades Autónomas y un largo etcétera, que es donde realmente se está produciendo un gasto excesivo y, a todas luces, absolutamente improductivo y, por tanto, prescindible, en multitud de cargos públicos rodeados de personal de confianza.
Me temo que las juntas vecinales lo tienen claro con el paquete de medidas. Nuevamente vemos la apuesta por el mundo rural de quienes nos gobiernan en Madrid. Estos señores y otros parecidos quieren convertir nuestra provincia en un erial en el que puedan venir a contemplar sus paisajes “virgenes ” y descongestionarse de la ciudad y sus prisas, comer buen chorizo y buena cecina y decir lo de la paz del campo. Lo que no se dan cuenta es que vamos a la paz de los cementerios. Ya está bien de tocar los…