El alpinismo leonés llora hoy la muerte de Miguel Ángel Pérez en el K2, ocurrida en la tienda en la que se refugiaba después de haber descendido de la cima del K2 (8.611 metros, Pakistán) después de alcanzar ayer el campo cuatro, aparentemente en buen estado. El alpinista de ascendencia leonesa había logrado alcanzar la cima del K2 horas después de que lo hicieran una veintena de alpinistas y tras haberse quedado a 300 metros de ella, según informó desnivel.com. La noticia llenó de tristeza a los aficionados y especialistas de la montaña.
Entre ellos, Isidoro Rodríguez, que fue el jefe de las dos expediciones Samuel Rubio organizadas para coronar el Everest en 1999 y 2001 y en las que participó Pérez. En la primera de ellas, no se logró la cima porque estaba en muy malas condiciones y el punto más alto lo alcanzó precisamente Miguel Ángel -a más de 7.000 metros-. En la segunda ocasión sí logró su objetivo parte del grupo pero no el leonés, que tuvo que darse la vuelta a 8.300 metros, debido al intenso frío. Eso sí, lo hizo un año después, como parte de su meteórica carrera.
“Miguel Ángel tenía una gran experiencia y había subido a muchas cumbres que sobrepasan los 6.000 metros. Era una persona tenaz, programaba bien sus expediciones y dado que su trabajo le impedía disponer del tiempo suficiente que los alpinistas más convencionales tienen para prepararse, él se aclimataba en una cámara hiperbárica que tenía en casa”, explica Isidoro.” “Yo fui llamando uno por uno a los que participaron en esas expediciones y ha sido un momento muy triste, que nadie esperaba. Seguíamos por dónde andaba por Internet y creíamos que iba todo por buen camino”, explica.
Padre de Robledo de la Valduerna
El malogrado alpinista residía en Madrid por motivos profesionales pero tenía casa en León y en Quintana del Castillo. Nació en Barcelona en 1968, y era leonés por ascendencia familiar (su padre era de Robledo de la Valduerna) y vocación, según desnivel.com. Era abogado del Estado en excedencia, también fue secretario de la Consejería de Economía, y actualmente trabajaba como secretario general del grupo de alimentación Ebro. Ejercía como profesor de la Escuela Española de Esquí y sus expediciones le habían llevado a los cinco continentes, en los que coronó más de 1.000 montañas, con preferencia por la cumbres de gran altitud y las escaladas en hielo y nieve.
En los Andes ascendió a 40 cimas de más de 6.000 metros y en los Alpes a una treintena de ‘cuatromiles’. También realizó actividades en África, en el Cáucaso, en el Pamir y en el Himalaya. Algunas de estas montañas las había descendido con esquís, habitualmente en solitario.
En el Himalaya y el Karakórum escaló ocho de los catorce ‘ochomiles’: Gasherbrum II (2004), Nanga Parbat (2005), Everest (2006), Cho Oyu (2007), Broad Peak (2008), Manaslu (2010), Lhotse (2011) y Dhaulagiri (2012), casi siempre –excepto el Everest– en expediciones ligeras sin empleo de sherpas ni de oxígeno artificial.