El 26 de enero de 2011 es un día importante para La Bañeza por haber conseguido la ansiada distinción de Fiesta de Interés Turístico Nacional. Un reconocimiento que significa mucho para esta pequeña Ciudad. Hemos pasado de jugar en segunda a primera división. Esto no ha sido tan sencillo, hay mucha gente que ha trabajado, sin saberlo, para que hoy tengamos ese premio y todos los bañezanos, o casi todos, nos sintamos llenos de gozo. Por eso debemos de dar las gracias.
Agradecer a todos aquellos carnavaleros mediavales que en 1665 (está documentado en el libro “La Bañeza y su Historia” del Padre Albano), debían de armar mucho jaleo, para que Luis González dejará en su testamento el Jubileo de las Cuarenta horas en los días de Carnaval que consistía en rezos y misas contra esta costumbre tan perniciosa. También a la comparsa de jóvenes que actuó en los carnavales de 1914 para recaudar fondos para nuestros soldados en África. A Aquellas Rondallas, “La Bombilla” y “Los Majos” que animaron durante años nuestras fiestas A la “Pirris” que alquilaba dominós a principios del siglo XX. A las grandes sociedades como la Sociedad Recreativa Bañezana, la Caridad, el Casino y el Círculo Mercantil y cafés como el Royal, el Pasaje o el Minuto, que realizaban los bailes de Carnaval.
Luego el parón de la guerra y nada más terminar los heroicos de la Estación, los que esperaban el tren-correo, los que corrían el carnaval: La Curina, Paula, Breme, Celia, Lucila, el Moreno y otros muchos que viven en el universo carnavalero, Ellos han aportado mucho a este premio porque supieron transmitir a las siguientes generaciones su gracia e ingenio, llegando a la democracia ya mayores pero con su magisterio a flor de piel, entregando el testigo a aquellos que les tocó organizar las Fiestas del Invierno. Gracias a Ramalles, Julito Boño, Carlos Alonso, me olvidaré de muchos, pero tener en cuenta que estoy escribiendo a corazón abierto. Kike Java, Eduardo el Niño, Polo, José el relojero, Angel el maestro. Gracias a Miguel Angel Nistal que aportó Los Premios Hiel y Miel y le debemos un reconocimiento.
Podría estar diciendo nombres sin parar de aquella generación de enlace con la mía, cuando todo el mundo venía a La Bañeza. Gracias a los tractores que cortaron las carreteras en carnaval y salimos en televisión. Con la explosión de Carnaval democrático, gracias a todos los anteriores que todavía estaban en activo y todos los nuevos que comienzan a forman grupos como los Tiroleses, Samba, Sabor Tropical, Salsa con Blanco y Colino y sus 20 musas del carnaval. Gracias a La Charra y su Entierro de la Sardina, a la Peña de la Sardina, continuadores de su labor. A Jesús Valle su monaguillo. A Nuri y sus grupos del niños. A todos los talleres de costura que se forman en La Bañeza desde Navidades a Carnaval donde se fabrican miles de disfraces. A las tiendas de disfraces bañezanas que tienen todo lo que nos hace falta para disfrazarnos.
Gracias a todos los pregoneros que han alabado las excelencias de nuestra Carnaval, al grupo La Corrupia Teatro y sus pregones, al Templete Teatro por sus colaboraciones, a las Charangas Rico Rico, Ritmo Joven, Los 4 gatos, que han hecho la mejor música para desfilar y bailar en carnaval. Gracias a TST por sus canciones de Carnaval, ahí están grabadas, a Carlos Quirós que nos dejó una canción hermosa para la Musa del Carnaval, a todos los que han cantado en ceremonias, entrega de premios, pregones. Gracias a Tente y a Mariví por aquella Corte del Faraón que tanto nos hizo reír. A Bárbara y su carnaval en el Lennon, a Herminio el de Hotachy, al Tiffanys, las Palmeras, Mayros, Ramsés II, Jai Alai que pusieron la banda sonora de muchos carnavales. Al grupo La Charra, cantores del carnaval, dentro y fuera de La Bañeza.
Gracias a todos los carnavaleros por libre, estos son tantos que no puedo citarlos a todos, al Hombre de las mil caras, al árbol viviente, a Agustín el pintor, todavía lo estoy viendo pilotar su roulotte el día de la gran nevada. Al nuestro amigo de Huerga que con su megáfono abre todos los desfiles de los martes. No sé, cientos, perdonarme que no ponga vuestros nombres pero es imposible. Gracias a Miche, David y Melé, a la familia Cendón cuya estirpe ahí están en la brecha con sus +turba2 y a su gran oficiante Diego Cabero que este año nos añorará desde Estados Unidos. Muchas familias enteras como los Tabaliche han aportado números memorables a este carnaval de por libre.
A todos los grupos de antes, de ahora y de siempre, a todos esos grupos de la Comarca que vienen a La Bañeza a divertirse sin pedir nada a cambio. A Grupos como los Tranquilos que han dado nombre a un viernes. A la Peña el Sombrero que este año tendrán canción.
Gracias a carnavalbañezano.com la página web de Fernando Otero que aglutina la información sobre el Carnaval. A todos los jóvenes bañezanos y comarcanos que llevan el carnaval en la sangre. Grupos con sus discotecas móviles, con su parafernalia del siglo XXI, que han hecho del Carnaval Bañezano una referencia en juerga y diversión. Un “pero” sólo. Todos hemos bebido tanto como vosotros o más, pero escondíamos el vaso. Los desfiles no pueden ser un botellón, sobra noche para todo. Esto no es una bronca, Dios me libre.
Al final lo único que he hecho es dar las gracias, para decir que todos hemos puesto nuestro granito de arena para llenar una carpeta preciosa que ha merecido esta preciada distinción. Por supuesto gracias a los políticos que han tenido el honor de capitanear este momento y que pasarán a la historia del Carnaval por ello y a los que aportaron lo que pudieron en el pasado. A los que piensan que es una decisión política, claro que hay que aprovechar el viento favorable y el desfavorable, si se sabe navegar también se avanza contracorriente.
Gracias a los que ya no están, a Manolo el Negro e Israel, por citar a dos de los últimos que se nos han ido. Los miembros de La Charra, para no volvernos locos ante lo inexplicable , hemos creado un firmamento lleno de estrellas, una por cada carnavalero que se ha ido. Manolo e Israel son los últimos. Este carnaval, a poco que os fijéis, los veréis iluminando el Carnaval.
En fin, gracias a la Escuela-Taller que nos está construyendo un monumento, quién nos lo iba a decir…