Y empiezan los apoyos a la candidatura de Bien de Interés Turístico Nacional del Carnaval Bañezano. Pues muy Bien. Esto mismo dije yo hace más de 20 años cuando empezaban a poner cara a lo que sería (debería haber sido) el circuito permanente de velocidad en La Bañeza. ¡Ay Dios!, ya salió. Sí señor, ¿qué pasa? Por eso digo que muy bien, pero cuidado.
Como norma general y para llevarnos todos bien, sería loable, saludable, deseable y tal (sobre todo tal) que dicho nombramiento, dicho reconocimiento por parte del Gobierno Central se llevase a cabo antes de que se inicien las algarabías del proceso electoral del próximo mes de mayo. Vamos, más que nada por limpieza democrática y que nuestro Carnaval no se vea empañado por el toma y daca de de los partidos participantes en los comicios municipales y regionales.
Porque en realidad, la declaración de Bien de Interés Turístico Nacional del Carnaval Bañezano solamente es ahora decir sí o no como Cristo nos enseña. Nada más. El resto de apoyos bienvenidos sean. Pero lo sustancial, el expediente, la investigación, la información (es preciso que hasta el portavoz del grupo parlamentario socialista del Senado se entere que no hace falta que diga años o números, porque se puede confundir, oiga) está todo realizado, escrito y rubricado por eruditos (y no tan eruditos, sino sólo carnavaleros por los cuatro costados, como el que firma esta columna) y gentes de buen saber.
Allá por el mes de junio del pasado año, la concejala de Fiestas del Ayuntamiento de La Bañeza, Ana Gema Quesada me invitó a participar en un expediente para solicitar a la Junta de Castilla y León y al Gobierno Central la declaración de Bien de Interés Turístico Nacional del Carnaval Bañezano. “Para cuándo lo quieres y dime el espacio que debo ocupar”, pregunté yo, como suelo hacer cuando me encargan alguna colaboración oficial. “Para finales del mes de septiembre (hace ahora un año) y el espacio te lo dejo a tu libre albedrío”.
Qué maja, la señora concejala de Fiestas. No sabe que cuando a mí se me deja escribir sobre el carnaval puede ser la leche. El resultado fue que durante una semana estuve recogiendo información, documentación y recuerdos de uno que, desde su más tierna juventud, ha estado dentro de los carnavales, para completar un ensayo de casi cuarenta páginas, sobre el título genérico de ‘Más de mil años corriendo el carnaval’.
En el mismo, junto con mi fantasía e imaginación carnavalera había una serie de datos históricos que yo cifro en la propia fundación de lo que hoy es La Bañeza, allá por el siglo X, así como otros recogidos de escritores e historiadores de la ciudad, tales como Manuel Fernández y Fernández Núñez que en su libro Apuntes para la Historia del Partido Judicial de La Bañeza escribía a primeros del pasado siglo: “En febrero de 1498, siendo carnaval, La Bañeza sufrió una gran crecida y riada, por lo que el Ayuntamiento hizo voto de asistir corporativamente, en lo sucesivo, y en dicho día, a una misa que tendría lugar en la iglesia de San Salvador, siempre que el estado del río lo permitiera”.
Cuando a primeros del siguiente mes, Julio del 2009 le mandé el resultado, la felicitación de Ana Gema fue sincera: “Lo he leído de un tirón y es lo que yo pretendía que me escribieras”. Gracias, Ana, sé me que me aprecias. Después supe que con mi ensayo sobre el Carnaval Bañezano iban incluidos en el expediente otros escritos de varios carnavaleros, así como del cronista oficial de La Bañeza, Conrado Blanco González, de Antonio Colinas, Antonio Odón Alonso, etc.
Un gran legajo y legado que ha tenido que hacer mucha mella en los mandamases del turismo de la Junta de Castilla y León (que ya sabían de primera mano, cuando hace una decena de años concedieron el de Turístico Regional) y del Gobierno Central. Por eso digo que los apoyos están muy bien, pero que no se pasen. No vaya a ser que después ocurra como con lo del circuito. Un proyecto lleno de apoyos pero, de momento, sin contenido ni ganas de ejecutarlo.
Lo dicho, quien tenga ojos para ver, que vea y entendederas para entender, que entienda. ¿O no?
